Tres

782 95 7
                                    

—Tu y Chou siempre están compitiendo, ¿es alguna clase de juego entre alfas? —pregunto Dahyun llevando de la mano a la alfa castaña directo a la enfermería, si bien Sana había ganado la pelea de esa semana recibió un golpe que sintió le movió hasta la conciencia.

Llevaban ya un par de meses peleando, a veces incluso por una diminuta estupidez como quien parecía más omega, trataban de llevar las peleas en juego hasta que en algún punto se desesperaba y sucedían dos cosas.

O peleaban de verdad.

O follaban como conejos después de morderse.

El segundo suceso se estaba volviendo mas recurrente cada vez.

—No te metas Dahyun—contesto de mala gana, sabia que no lo entendería y el hecho de gustarle a la omega lo empeoraba— no es tu asunto —bufo soltando su mano para abrir la puerta casi sintiendo como se iba directo al piso, después de su pelea casi llegaban a follar de no ser por posibles riesgos.

—Lo es, porque me gustas —dijo entrando tras ella sin recibir ni un gesto, solo una contestación fría.

—Tu a mi no —respondió buscando lo necesario para sus heridas, unos hematomas, una mordida en el brazo y el labio roto, quizá una pastilla para el dolor de cabeza, la enfermera la cual era una beta las había comenzado a ver tan frecuentemente que les dio un recorrido y les mostro como curarse en su ausencia.

—Eres tan insensible, siempre estoy aquí cuando lo necesitas ¿no puedes hacer un esfuerzo? —gimoteo tratando de verse linda, desviando su mirada de lo que buscaba, Sana la observo.

Cabello negro azabache, piel pálida, piernas lindas, un cuerpo lindo en general y sobretodo omega...

¿Como decirle que no podía ni siquiera eliminar a la otra alfa de su cabeza?

Seria raro.

— ¿Necesitas una palmada y una felicitación siempre? Te aprecio, estoy agradecida por tu ayuda, pero no me gustas, esa es la verdad —contestó sentándose cuando Dahyun la tomo de los hombros obligándola a hacerlo.

—Puedo ser tu amiga cercana aunque no te guste —respondió en cambio con una sonrisa en el rostro subiéndose sobre sus muslos sin darle oportunidad de contestar comenzó un beso del que no se alcanzó a separar antes de que alguien abriera la puerta.

—Déjame ayudarte ¿somos pareja no? —Elkie venía arrastrando a Tzuyu quien tenía una cortada en la ceja, el labio roto, rasguños, hematomas y algunas mordidas que pudieron pasar a más de no ser por la omega, gruño ante el pensamiento olvidando su posición.

—Está ocupado... Disculpa la interrupción Sana... —dijo, el aire alrededor se vio saturado por feromonas amargas provenientes de la pelinegra— vámonos Sana.

Ella salió tan rápido como entró.

El pecho de la castaña comprimiéndose ante su aroma y sus cabellos crispándose ante la sensación de haberla dañado.

Quería deshacerse de esa sensación tan amarga y le dolía más pensar que la pelinegra pensó en lo suyo como un error.

Una risa amarga brotó de sus labios mirando a Dahyun fijamente a los ojos.

Estaba enamorada de la persona incorrecta, la pelinegra era otra alfa como ella y aunque su destino las había enlazado en ese punto, no era correcto.

—Démonos una oportunidad Dahyun—habló, asintiendo con emoción y sin preguntar nada la omega comenzó otro beso, sintió su labio arder, más lo ignoró tomando el control de la situación.

Correspondió como pensó que no lo haría.

Debía eliminar eso llamado amor.

¿Por qué dolía tanto?

¿Por qué dolía tanto?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❝𝑹𝑰𝑽𝑨𝑳𝑬𝑺 - 𝑺𝑨𝑻𝒁𝑼❞ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora