París, la ciudad del amor ¿no?
O eso se suele decir por ahí
Solía no creer en el destino, hasta que encontré un amor que por más que pase el tiempo no lograre olvidar.
«Mis sentimientos fueron rechazados y confundidos por algo pasajero, pero al fin...
Sus labios se tensan, mientras su vista aún sigue clavada en el portafolio que tenía en su regazo, la forma en la pensaba me genera intriga conforme el tiempo iba pasando.
Respiro profundo.
─ El semestre está casi por terminar y me preguntaba, ¿Cómo ve mi trabajo? Deberás me gustaría la opinión de un experto en este momento de mi vida ─ Pregunté.
─ Juliette, agradezco tu intención pero eso es algo que solo tú podrías responder.
Emerson Chevy un hombre de mediana edad, el cual parece recién salido de una película ochentera a lo Marilyn Monroe, profesor universitario de arte más prestigioso del pais.
─ ...Solo necesito saber si cree usted que alguna de mis obras es lo suficientemente buena para la presentación, a finales de otoño. Y si existe alguna manera en la que usted crea que podría mejorar en mi técnica.
─ Tiene usted talento, señorita bovary. Observando sus dibujos y pinturas puedo notar la presión de cada trazo y la excelente técnica que usa, su arte demuestra que es usted una persona completamente capaz, sin embargo ─ Finalizó cerrando el portafolio ─ Aún es usted un capullo sin abrir.
Lo mire confundida.
─ El arte, no son solo vagos trazos sin rumbo. Se trata de ser completamente capaz de plasmar una realidad en un lienzo, de plasmar experiencias, experiencias que influyen la forma en la que vemos las cosas. Únicamente saliendo al mundo y descubrir las maravillas que tiene por ofrecer. Dígame, ¿Se ha usted enamorado alguna vez? ─ Exclamo mientras se ponía de pie.
─ No sé si se podría llamarlo "amor" ─ Respondí indecisa.
─ El mundo suele ser cruel en muchos aspectos, sobre todo para nosotros los artistas. ¡Los críticos la comerían viva¡, y acabarían con su carrera de inmediato, sin siquiera echar un vistazo a una de sus obras, las mujeres no son las mas codiciadas en esta industria y usted señorita deberías saberlo, tienen mucha más competencia comparada con un hombre blanco heterosexual ─ Camino varios pasos con ambos brazos detrás de su espalda.
─...confío en que usted florecerá y lograra trasmitir sentimientos indescriptibles en su próxima obra ─ se paró junto a la puerta doble de madera y la abrió ─ Y deberás me gustaría verla en la presentación final ─ Sonrió levemente.
Veinte minutos después sentada al borde de la cera fumando un cigarro, esperando el autobús frente a una zona de juegos con el estómago encogido de los nervios.
Luego de un rato, el bus se aparco dejando subir y bajar a las personas.
El chófer dió un último vistazo para luego arrancar. Estaba sentada junto a una madre y sus dos hijas pequeñas, tratando de no morir internamente.
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Me desplazaba cautelosamente mirando las innumerables obras abstractas colgadas en las paredes de la exposición callejera. Donde se daba a conocer el nuevo talento artístico parisino.
