Mi Alfa [Seongjoong]

Capítulo 2

Kim Hongjoong un alfa pura sangre de esos que son un mito, de padre y madre alfa. Exacto, muy raro.

Heredero de la mafia más poderosa de todo el país. Nadie era rival para ella, nisiquiera el gobierno.
También es dueño de un gran número de casinos y bares, dentro y fuera del país, los cuales usaba para lavar su dinero conseguido ilegalmente, pero nadie sabía eso a excepción de él y sus subordinados de la mafia.

Sus padres han estado fuera del país luego de que todo se le fué heredado a su hijo, así que Hongjoong solo tiene a sus amigos junto a él, pero seguía hablando con sus padres por llamadas.

Sus amigos, Yeosang, Jongho, Mingi y Yunho.

¿Por qué los dos alfas no se mataban entre sí? ¿Por qué dos omegas sin marca trabajaban para él? Simple, él les salvó la vida y se la debían.

Ahora viene otra pregunta que puede ser de gran interés ¿por qué Hongjoong no tenía un omega si era un alfa codiciado por muchos y muchas? Sencillo, el cuento de fantasía que le contaban sus padres antes de dormir era verdadero. Ese cuento donde decía que fué enviado a la tierra con una mitad y que no se iba a enamorar de nadie que no fuera esta. Si, ese cuento era verdadero.

Sin embargo, detrás de todo ese porte poderoso y ese ingenio nato de alfa, se encontraba una persona tierna y bella. Una persona sensible, dedicada y amorosa. Alguién que no hacía daño a menos que sea necesario, más bien por su trabajo o por su familia.

Hongjoong podía parecer ser un alfa común, de esos que se aprovechan por su naturaleza fuerte y superior dentro de la pirámide, pero en realidad odiaba todo aquello. Creía que el ser un alfa era un poder estúpido para meterse en la vida de un omega sin importar lo que el otro pudiera decir.
Odiaba ver como habían alfas que tomaban omegas y les obligaban a estar con ellos aunque estos y estas tuvieran el miedo claro en ellos.

Hongjoong era un alfa bastante peculiar para sus amigos, pero bueno, todo su grupo era bastante peculiar de por si. Así que no tenían mucho que criticarse.

El alfa de cabello negro tomó el vino de la mini mesa que tenía a un lado y miró el lugar bajo suyo, estaba lleno de personas tomando, jugando, comiendose la boca, tocándose, etc... Lo normal en ese tipo de lugar donde el alcohol estaba por los cielos junto con la música.

No le gustaba tanto ese tipo de ambiente, pero era su trabajo y como no era necesario estar entre el bullicio, estaba bien con eso.

Las luces del lugar se veían desde varias calles a lo lejos y podías escuchar el sonido de la música hasta afuera del lugar, dónde también estaban varios grupos de personas pasadas de alcohol y buscando algo más que solo hablar.

Un carro gris modelo del año, se aparcó en el estacionamiento del lugar y salieron 3 chicos que fueron directo a la fila que ya se estaba haciendo larga mientras más se acercaba la madrugada.
Les dejaron pasar después de mostrar sus credenciales de clientes frecuentes y se prepararon para disfrutar de la noche del viernes.