Capítulo 13

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Ya había pasado casi una hora y media desde que habían llegado y Seonghwa ya tenía muchas cosas para su portafolio, pero aún así quería seguir viendo más cosas en ese extenso parque.

El omega a su lado iba tranquilo escuchando música con un auricular puesto y otro libre por cualquier cosa, según le había comentado. Mina y Taeyong no hablaban y solo hacían su trabajo de cuidarlo.

Desde que salieron del auto tenía ganas de disculparse con Yeosang porque sabía que fué una mala forma de empezar su amistad, pero a Yeosang no parecía importarle lo que había pasado. Incluso preguntaba cosas que le causaban curiosidad a cerca de su trabajo.

Seonghwa suspiró y caminó solo hasta una fuente que estaba cerca de unos hermosos árboles. Todo era muy lindo y quedaba perfecto con lo que necesitaba.
Se posó frente la fuente y le comenzó a sacar fotos al paisaje.
Cuando estaba a punto de terminar, sintió una mano posarse en su cintura y luego sintió un olor a albahaca.

—¿Qué haces? ¡Suéltame!— Seonghwa intentó safarse, pero la mano del alfa lo aprisionó más. Sintió como unos dedos tanteaban su ropa y bajaban la parte de su cuello para dejar libre el lugar donde debe estar la marca. —Ya viste que no puedes hacerme nada así que vete.

—¿Quién dijo que no? ¿Tu alfa está por aquí cerca? No lo veo así que puedo hacer lo que me dé la gana.

—¡Oye idiota! ¿No escuchaste que te dijo que lo dejarás en paz?— Yeosang había aparecido a su rescate junto a sus guardespaldas, sin embargo no sabía si realmente podían hacer algo.

Se escuchó la escandalosa risa burlona del alfa y Yeosang hizo una mueca.

—Creo que es mi día de suerte. Tengo dos omegas a mi disposición. Solo debo usar mi voz y después golpear a esos betas y listo. O quizás disfrutar de la linda beta también.

—Quiero ver que lo intentes.— el hombre frunció el ceño ante la provocación del omega rubio.

—Arrodíllate frente a mí— Seonghwa sintió un escalofrío y evitó ceder ante la voz del alfa, pero Yeosang estaba completamente bien, cosa que no pasó desapercibida por el contrario. —¿Por qué mi...

La risa de Yeosang lo interrumpió.

—Realmente te crees mucho por esa estúpida voz tuya, pero déjame decirte algo...— Yeosang se acercó y el alfa soltó a Seonghwa con algo de temor al ver que los betas también estaban acercándose.— Yo no soy un omega cualquiera y tú si eres un alfa ordinario. ¿Voz de alfa? Será voz de gallina porque he escuchado voces más fuertes y demandantes que la tuya.— Seonghwa vió como el hombre tragó grueso, después los betas lo tomaron de ambos brazos y lo llevaron a un baño público con las quejas del alfa escuchándose a kilómetros. —Seonghwa— el pelirosa salió de su trance— ¿puedes quedarte un momento sentado en esa banca o prefieres ir al auto? —Yeosang hablaba tranquilo y casi queriendo transmitirle paz.

—Me quedaré en la banca a esperarte.— el rubio asintió y caminó hasta el baño. Los betas le dieron paso adentro mientras Taeyong supervisaba la puerta del baño y Mina regresaba junto a él para protegerlo.

Si Seonghwa ponía de su parte, escuchaba uno que otro grito de dolor saliendo del baño.
Después de unos minutos Yeosang salió limpiando unos guantes negros que nunca supo cuando se los puso.
El rubio suspiró y se sentó a su lado en la banca.

—Gracias y lo siento.— dijo apenado Seonghwa.

—De nada, pero ¿por qué te disculpas? Él fué el desgraciado que te tocó y dijo un montón de estupideces.— Seonghwa negó.

—Me disculpo por lo que dije antes en el auto. Creo que fuí grosero y no fué la mejor manera de empezar una amistad.

—¿Quieres ser mi amigo?— el rubio preguntó asombrado.

Mi Alfa [Seongjoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora