Capítulo 38

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Hongjoong había divisado la cabaña de la nota de Ryujin, así que, sin hacerle caso a Mingi, decidió dejar a sus grupos en ella.

—Marcaré el número de asistencia en el teléfono, esa será su señal.— todos asintieron y Hongjoong salió de la cabaña.

El depósito estaba bastante lejos de la casa de madera y todo estaba volviendose oscuro, hasta se notaba la luna saliendo.

Caminó con paso firme hasta la entrada del gran lugar y se encontró a unos hombres armados en ella, que en cuanto lo vieron lo apuntaron pero él levantó la mano mostrando que no tenía intenciones de pelear.

Los hombres bajaron la guardia y lo tomaron de ambos brazos para llevarlo hasta donde se encontraba Jeongyou.

Cuando entraron al lugar todo estaba oscuro, pero en cuanto llegaron a donde estaba Jeongyou, este encendió las luces dejándo ver a Seonghwa tirado en el suelo.
Hongjoong intentó safarse se los guardias pero Jeongyou sacó su arma apuntando al omega.

—Si te sueltas lo mato. Tu decides. —el alfa dejó de moverse y Jeongyou rió, dejó el arma sobre una mesita y caminó hasta Hongjoong para mirarlo de cerca. —Me dan asco los enamorados, creen que todo va a ser color de rosas y felicidad. —Jeongyou tomó la barbilla de Hongjoong divertido y después la soltó alejandose un poco con una sonrisa. —Ven pelea conmigo, no creo que sea justo si te mato de una vez, va a ser más divertido si peleamos, quedas en el suelo golpeado y pidiendo que te perdone, pero como soy buena persona mato primero a tu noviecito para darte más tiempo con vida y después te mato a ti, todo perfecto. ¿No crees? —si las miradas mataran, Jeongyou ya estuviera muerto a causa de Hongjoong. —Vamos, suéltenlo, no podrá hacer nada después de todo porque si lo hace, mato a Seonghwa. —el alfa señaló a un beta que estaba parado a un costado del omega apuntándolo directamente en la cabeza.

Hongjoong sin tener más opciones decidió aceptar la pelea con él. Cuando fué soltado, el alfa menor comenzó tirando el primer golpe que fué esquivado por Hongjoong, siguió y siguió lanzando puños sin lograr alcanzar al objetivo.
Cuando ya estaba cansado, Hongjoong sonrió y entonces comenzó su hora. Le dio un golpe en el estómago doblando al contrario y le metió un golpe en la cara tirándolo al suelo. Se tiró sobre el alfa y comenzó a golpearle la cara una y otra vez mientras este intentaba taparse, pero cuando ya estaba a punto de perder, unos disparos desconcentraron al pelinegro. Era de afuera, dónde estaba su equipo. Jeongyou aprovechó ese momento y se lo bajó de encima con un golpe en la cabeza.

El castaño se levantó y corrió hasta el arma que había dejado en la mesita.

—¡¿Crees que no me iba a dar cuenta que no venías solo?! También me enteré que mi dulce hermanita te estaba ayudando. —levantó el arma y le quitó el seguro apuntandolo pero Ryujin llegó.

—Ni se te ocurra apretar el gatillo. —la alfa se veía bastante mal, tenía cortes finos en su cara, moretones y sangre por todo su cuerpo, sin contar que varias partes de sus prendas estaban rotas. —Gracias por darme un poco de calentamiento antes de venir a matarte.

—Pero ¡¿cómo lograste salir de ahí?! —la alfa rió.

—Te dije que no me conoces Jeongyou. No sabes lo mucho que estaba esperando esta oportunidad para acabar contigo y esta estúpida mafia.

Los disparos afuera se hicieron más constantes y Seonghwa se despertó.

—¡Hongjoong! —el alfa miró hasta donde estaba su omega e intentó caminar hacia allá pero Jeongyou lo detuvo.

—Te mueves y te mato. —Ryujin le disparó en el pie a Jeongyou y este soltó el arma dandole oportunidad a Hongjoong para correr.

—¡Dispare al omega! —el beta que estaba apuntando a Seonghwa iba a cumplir su orden cuando sintió un golpe en el costado que lo hizo tambalear lejos del objetivo, dándole tiempo a Hongjoong de acercarse a Seonghwa.

Mi Alfa [Seongjoong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora