Mi Alfa [Seongjoong]

Capítulo 11

La noche había llegado y casi todos en la casa estaban dormidos, todos excepto el omega de mechas verdes que caminaba hasta la habitación de Yunho.

Tocó la puerta dos veces y esta fué abierta.

Cuando entró sintió unas manos jalarlo desde sus caderas hasta pegarlo a un cuerpo y ser besado con necesidad.

La puerta fué cerrada entre el beso y después se separaron.

—¿Por qué tardaste?— Mingi sintió el fuerte aroma a abedul de Yunho y se mordió el labio.

—Acabo de terminar por hoy el trabajo que me dio Hongjoong hyung.

—¿Tan tarde?— gruñó el castaño.

—Si...si, es que debía esperar a que se durmieran. Ahí terminaba mi turno.

—¿No me engañaste con otro?— Mingi negó efusivamente y Yunho lo miró a los ojos.

—Más te vale que no mientas o me sentiré mal pequeño, y tú no quieres que me sienta mal ¿cierto?— Mingi asintió.

—Quiero...quiero hacerte sentir bien.— Mingi sabía que Yunho estaba en celo, pero se impresionó cuando no fué directo y lo empujó a la cama como otras veces, esta vez le había hablado y preguntado sobre su día.

—¿Te tomaste los supresores dobles?— Mingi asintió y sintió como Yunho volvía a besarlo mientras le acariciaba el abdomen debajo de la camiseta exitandolo.

—Yu...yunho...mmm— la mano del castaño había bajado hasta su entrepierna acariciando sobre la tela de su pantalón.

Yunho no se contuvo más al escuchar el gemido de Mingi y lo tiró encima de su cama comenzando a desvestirlo.
Le rasgó la camisa por la desesperación que estaba comenzando a sentir y así mismo hizo con los pantalones.

Mingi sintió un escalofríos por el fuerte cambio de temperatura, pero no le importó cuando sintió a Yunho meter dos dedos en su entrada desesperado por dilatarlo rápido.

—¡Ah! Más...más despacio por favor...— Yunho ignoró a Mingi y siguió penetrándolo hasta que sintió como estaba medianamente lubricado, sacó los dedos de la entrada del omega y se desvistió.

Tomó las caderas de Mingi y lo hizo darse la vuelta dejando su trasero frente a su miembro.

Mingi tembló cuando sintió las grandes manos apretando sus gútleos y abriendo más sus piernas.

Yunho entró brusco en Mingi y unas lágrimas de dolor aparecieron en los ojos del omega, pero las ignoró porque Yunho estaba en celo y sabía que no iba a ser cuidadoso, solo le hubiera gustado estar más lubricado.

Los movimientos de Yunho fueron aumentando.

—Yu...yunho, despacio...—el castaño lo volvió a ignorar y lo entretuvo dandole besos en la espalda que hacian temblar a Mingi de placer.

Mingi estaba feliz de sentir los labios de Yunho sobre su piel así que no quizo quejarse más.

A los minutos los movimientos rápidos y toscos del alfa ya no dolían porque su entrada estaba lo suficiente lubricada.

Con unos movimientos más a su punto sensible, Mingi se corrió sobre la cama y sus piernas se sintieron como gelantina, pero Yunho lo sostuvo mientras seguía dandole más embestidas hasta que sintió como el nudo del alfa se hinchaba en su interior.

Yunho gimió y gruñó cerca del oído de Mingi y este sintió ganas de besarlo, pero no podía decir nada porque no quería enojar a Yunho por ser impulsivo. Necesitaba la aprobación del castaño para hacer algo.