❝ Waiting for us ❞ -「Hyunlix 」「Chanlix」

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Eun Bi dormía en su lado de la cama mientras que Hyun Jin contemplaba el cielo de la habitación, sin poder conciliar el sueño. Se movió hacia el costado, posando su mirada en el celular estaba sobre la mesa de noche. Estiró su brazo para desbloquearlo y comprobar que eran las una de la madrugada. Abrió las sábanas con cuidado, se vistió con ropa casual, cogió las llaves de su auto y salió.

La Omega abrió los ojos en ese momento y se incorporó de la cama, corriendo la cortina de la ventana que daba hacia la calle para ver como el auto de su novio partía en la madrugada hacia un lugar que no era su hogar.

Hyun Jin estaba actuando extraño últimamente. Aunque su personalidad encantadora y divertida desapareció desde que Felix se marchó, era responsable y afectivo en su relación. Se esforzaba por darle una buena vida a pesar de que ella también trabajaba. Era ella la que se estaba despreocupando con todo el asunto de la enfermedad de su padre. Era obvio que un Alpha buscaría por fuera lo que no obtenía en casa. La Omega creía que ya era tiempo de planear un cachorro. Acarició su cuello sin marca alguna, preocupada por el futuro. ¿Y si Hyun Jin la estaba engañando? ¿No hizo lo mismo acaso con Lee Felix cuando la conoció? ¿Habrá tenido el pequeño Omega las mismas preocupaciones que ella? ¿Hyun Jin le tenía miedo al compromiso más allá de vivir juntos? La pregunta de rigor era, más bien, ¿Qué estaba esperando Hyun Jin?

Si dejó a Felix porque ella era su supuesta predestinada ¿No deberían estar ambos felices y emocionados por tenerse el uno al otro? Gimoteó, secando sus lágrimas al tiempo que volvía a la cama.

—Hyun Jin estúpido —susurró extendiendo su cama para acariciar su lado, aun tibio por su calor— no mereciste a Lee Felix, y tampoco mereces que yo te quiera tanto.

Hyun Jin se estacionó frente a Red Lights, dudando de si entrar o no. Necesitaba ver a Felix, hablarle, preguntarle sobre ese niño que tenía vuelto loco a su aplha. Tenía el derecho de saber la verdad, de saber si Jeong In era su hijo.

La idea de que fuese suyo rondó desde el momento en que lo vio. Chan le dijo que no tenía marca del algún Alpha, por lo que era padre soltero. Conocía a Felix, él jamás lo habría engañado con alguien más. Entonces ¿Se acostó con alguien inmediatamente después de que lo dejó y se embarazó? ¿Fue algo de una noche? ¿O seguía en contacto con ese hombre? Sus manos presionaron con fuerza del manubrio y dio un ligero golpe, acomodando su espalda sobre el respaldo para contemplar hacia afuera.

Quería verlo de nuevo.

A Felix, a Jeong In. Anhelaba, más que nada, sus sonrisas. Mierda, incluso si Jeong In no llevaba su sangre en las venas deseaba abrazarlo. Su boda con Eun Bi era en menos de un año, debía olvidarse de todo eso y continuar su vida con normalidad, quizás hasta el mismo Felix deseaba eso, pero no era capaz, no después de verlos.

Se armó de valor para salir del auto. Caminó hasta local, encontrándose nuevamente con Lee Min Ho, quien lo contempló con una mirada penetrante. Hyun Jin sintió escalofríos.

—Tome esto —le comentó, dándole un supresor de celo.

—No lo necesito —contestó molesto.

—No es para su seguridad, es para la de nuestros Omegas. Lo que menos necesitan es un Alpha descontrolado.

Hyun Jin no encontró fallas a su lógica e ingirió el supresor antes de entrar al salón principal. Esta vez, los Omegas estaban vestidos de sirvienta con trajes cortos, que dejaban a entrever sus partes íntimas, las que estaban cubiertas por una fina ropa interior. Una vez más, se sintió asqueado ante la mezcla de olores. Presionó su nariz y buscó una mesa vacía, sentándose en una que estaba lejos del escenario. La mediana luminosidad de los focos de colores no le permitió buscar con precisión a quien necesitaba ver con desespero.