❝ Waiting for us ❞ -「Hyunlix 」「Chanlix」

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Apenas Felix cerró la puerta, Lee Min Ho arrinconó a Han Jisung contra la pared. Ambos alfas se gruñeron entre sí, liberando molestas feromonas que comenzaron a asustar a los omegas que se encontraban afuera de la habitación. 

—¿Por qué sigues viniendo a este lugar? ¿Te gustó la mamada que te hice y quieres repetir? —cuestionó Min Ho dibujando una sonrisa ladina. 

Jisung rió, negando con su cabeza— ¿Así la chupas? Ahora entiendo por qué aunque estés aquí ningún omega se te acerca, maldito enfermo de mierda. ¿Te gustan los alfas, anormal? 

—¿Y qué si me gustan los alfas? Eso no quita que sean personas ¿O acaso eres un retrogrado de mierda? Te ves muy joven para tener la mente de un viejo —contestó Lee empujando contra él con fuerza. El cuerpo de contrario chocó contra la pared y el crujido de su cabeza dando contra el concreto no lo detuvo en absoluto. 

El dolor encegueció unos segundos a Jisung, que fijó su mirar en quien lo oprimía y trató de zafar pero fue en vano. —Suéltame, hijo de perra —.

—¿Por qué tu amigo y tú están tan interesados en Jade? 

—¿Jade se llama la puta esa? —bufó en medio de una risita cargada de sarcasmo— ¿Es tuyo o vas detrás de ese culo lleno de se...—y no alcanzó a finalizar la frase. La paciencia de Lee Min Ho alcanzó su límite luego de sus duras palabras, por lo que no dudó en alzar su mano empuñada contra el rostro del que era cliente. Jisung cayó al suelo y unas gruesas gotas rojas colorearon el piso de madera. Jisung dirigió la mirada hacia el guardia de seguridad, que respiraba agitado a causa de sus sentimientos de ira. 

—Vuelve a hablar de una de las gemas y te mato ¿entendiste? —el pie de Minho dio justo en el miembro de Jisung. Presionó la suela contra la cremallera sin apartar su vista del rostro ajeno. Fueron sus gritos de dolor los que autorizaron la intervención de Diamante, que calmó al alfa con sus feromonas. Permitió que Jisung se fuera, dando la orden que de no tenía permitido el ingreso y se giró hacia la Min Ho, abofeteando sus mejillas una y otra vez— ¿Crees que este lugar es un ring de pelea? ¿Crees que puedes actuar de esa manera solo porque eres un alfa? Vete a casa, no quiero verte el resto de la noche ¡Vete y enfría esa cabeza! 

Min Ho hizo caso sin protestar, y salió de inmediato. Felix se sintió culpable, y la tensión en el ambiente perduró hasta entrada la madrugada, cuando todos se despidieron luego de una ardua jornada. 

Felix se abrazó a sí mismo con cuidado mientras caminaba por la acera. La noche se sentía fría y su delgado suéter no abrigaba mucho. Estaba agotado, solo deseaba llegar a los brazos de su bebé y dormir junto a ese olorcito a vida que emanaba de su pequeño cuerpo. Sonrió al recordar a su hijo y suspiró, reanudando su debate mental. ¿Debía permitir que Hyunjin fuese parte de su vida? No estaba completamente seguro, pero el alfa llevaba tiempo esperando y seguramente deseaba una respuesta. No lo contactó en todo ese tiempo. Quizás ya no lo recordaba. Hyunjin no era del tipo de persona que adquiría compromisos muy serios a largo plazo. Jamás lo marcó ni insinuó hacerlo durante su relación. No quería que su hijo sufriera algún tipo de desplante. Él lo soportó porque era un adulto pero Jeong In solo era un niño. Abrió la puerta del apartamento y su bebé dormía abrazado a Seungmin. Esbozó una tierna sonrisa, se quitó el suéter y abrazó a su mejor amigo por la espalda. 

—Llegaste tarde hoy —saludó. 

—Lo siento, estos días tenemos más clientes —contestó hundiendo su nariz en la nuca ajena. 

—¿Me quedo a dormir? 

Felix asintió. —Somos una familia de tres, Seungmin, no lo olvides.

Seungmin sonrió— no lo hago, Felix, no lo hago. 

Y ambos cayeron profundamente rendidos por el sueño.