» 6 «

1.2K 87 30
                                        

Después de la semana de su celo, Seung Min volvió con Jeong In entre sus brazos, y el niño se refregó contra el cuello de su madre para impregnarse de su aroma. Felix abrazó a su bebé con necesidad, puesto que no había podido estar con él después de la conversación con Hyun Jin. Seung Min, quien se encargó también de Felix, sabía que algo estaba sucediendo con su mejor amigo. Esa noche, la de su celo, Felix llegó apestando a Alpha. Sabía en qué consistía el trabajo que realizaba en el local, por lo que llegar con un olor diferente lo descolocó. Si Felix estaba o no en una relación con un Alpha no era un problema, sino más bien le preocupaba que podría pasar con Jeong In. Felix no era un Omega que pudiese pasar desapercibido, sus labios, su sonrisa, sus ojos y sus pecas eran bastante atractivas, incluso entre los de su misma raza. Si bien fue rechazado, tenía grandes posibilidades de conseguir un nuevo Alpha.

Felix preparó el almuerzo ese día, y mientras Jeong In veía la televisión, bebió un té con Seung Min. Ambos en silencio. El Omega de las pecas observó de reojo a su pequeño hijo y suspiró.

—El papá de Jeong In apareció —contó finalmente, dejando su taza sobre la mesa.

Esperaba la reacción de asombro por parte de su mejor amigo, quien imitó su acción para prestarle atención de forma debida. El padre de Jeong In era un tema tabú para Felix. Solo una vez hablaron de ello, cuando Jeong In tuvo su primera fiebre alta y juntos se quedaron toda la noche esperando que bajara. Le confesó que era un buen hombre del que se había enamorado desde su juventud, no obstante, él encontró su predestinado en alguien más y rompió con él antes de saber que estaba embarazado. La noche que ellos se conocieron fue la noche en la que Felix fue rechazado. Más de eso se negó a hablar.

—¿Dónde lo viste? —preguntó.

—Llegó a mi trabajo de casualidad y nos vimos ahí. Él... ya sabe sobre Jeong In.

—¿Se lo dijiste tú mismo? —Seung Min enarcó las cejas, temeroso. No era novedad que algunos Alphas, años después, reclamaran a sus hijos y se los quitaran a los Omegas. No deseaba eso para Felix ni para Jeong In.

—No, no sé cómo se enteró, pero me pidió verlo, él quiere estar presente en la vida de Jeong In —suspiró, nervioso— no sé qué debería hacer.

—¿Quieres que él tenga relación con Jeong In? ¿Te gustaría que formaran un vínculo? —interrogó rápidamente Minnie.

Felix negó con su cabeza, contemplando como su bebé se incorporaba con esfuerzo del suelo y caminaba hasta él con un bichito entre su dedo índice y pulgar a paso rápido para mostrárselo. El Omega se giró hacia el pequeño, asintiendo cuando Jeong In lo acercó a su rostro.

—Vamos a liberarlo, bebé —comentó levantándose de su asiento para caminar hasta la ventana, donde espero paciente que su hijo llegara hasta él, lo cogió en brazos y el pequeño soltó al insecto, que comenzó a volar.

mamá, mamá —dijo una vez que lo dejó en el suelo, dando pequeños brinquitos— mamá, mamá —apuntó con el índice hacia afuera, sonriendo.

Seung Min sonrió. Quería pensar que todo iba a estar bien para esa pequeña familia de a dos y que el hombre progenitor de Jeong In fuese un buen Alpha, con el que su amigo pudiese establecer una relación cordial. Si ese no era el caso, quienes iban a ser los más perjudicados serían las personas que estaba contemplando en ese momento. A Felix le costó tanto tener a Jeong In que separarlos era una sentencia de muerte.

A su mente llegó el recuerdo de los primeros días de Felix en el hospital, cuando lo alimentó él mismo porque el dolor no permitía que elevara sus manos. Su agonía de día a día, sus ojos llorosos a causa del sufrimiento, cuando tuvo hemorragias y estuvo débil, tanto que solo durmió. Despertaba por un poco de sopa y volvía al descanso. Así pasó cinco meses, con su omega retorciéndose de desesperanza y desamor ante el doble abandono.

❝ Waiting for us ❞  -「Hyunlix 」「Chanlix」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora