El entrenamiento y un encuentro no tan predestinado.

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Así una vez que bell fue aceptado en la familia de Ryuu, le enseñaron su cuarto, para que el conejo descanse.

Al siguiente día, se podía ver como, una pelirroja que respondía al nombre de Alise, despertaba bien temprano, esto con el fin de preparar el desayuno, ya que era su turno de prepararlo, pero o sorpresa que se llevó cuando  entró  a la cocina y encontró, que la
comida  ya estaba siendo preparado por bell.

Ella al ver esto dijo.

Alise: Buenos días bell.

Bell: Buenos días  señorita Alise.

Alise:Bell te puedo hacer preguntar, ¿Por que estás haciendo el desayuno si eso me correspondía a mi?

Bell: A sobre eso, es que quise prepararlo esta vez para así agradecerles a todas por recibirme en su familia.

Alise:A bueno si esa así, por esta vez te dejaré hacerlo.

Bell: Muchas gracias señorita.

En ese momento Alise salió de la cocina, hacia el patio para entrenar un poco.

1 hora después.

Se podía ver, como las demás chicas de la familia Astraea, incluso su diosa comenzaban a despertar, en eso sus narices, olfatearon algo muy sabroso que venía de la cocina así que ellas se cambiaron rápidamente para así, ver lo que Alise estaba cocinando.

Justo en ese momento, en que las chicas estaban apunto de entrar a la cocina, aparece Alise, secándose su sudor con una toalla.

Alise: Buenos días a todas.

Ryuu: Buenos días Alise, espera si tu estas aquí quien está cocinando.

Alise: A sobre eso.

En ese instante sale bell de la cocina.

Bell: Buenos días kamisama y compañeras, vengan que la comida está lista.

Todas: Ehhhh.

Kaguya: No me digas que tú cocinaste bell.

Bell: Si, es que quise agradecerles por aceptarme en su familia.

Astraea: Bueno entonces que estamos esperando vamos.

Así todas  junto con bell fueron a la cocina, ya en el desayuno las chicas quedaron encantadas con la comida del conejo.

Luego del desayuno, la elfa comenzaba a platicar con el conejo sobre lo que ellos iban a hacer.

Ryuu: Bueno bell, como eres un nuevo integrante de la familia, antes de que vayas al calabozo, te entrenaré por tres días para así evitar que mueras en el calabozo.

Bell: Está bien Ryuu, estoy en tus manos.

Ryuu: Muy bien, entonces comencemos.

Y así por tres días se podía ver, como en el jardín de la familia Astraea, una elfa peli dorado pelea usando su espada de madera contra un chico peli blanco el cual únicamente usaba, dos dagas negras que la elfa le había prestado.

En el combate, se podía ver una gran diferencia de poder ya que, los pocos golpes que Bell le daba a Ryuu, casi ni la movían de su posición, a diferencia de la elfa la cual contenía su poder pero aun así algunas veces se le escapa su fuerza provocando, que  bell se estampe contra la pared, noqueándolo al instante.

Cuando pasaba esos casos, Ryuu aprovechaba para tocar el pelo de bell, ya que colocaba la  cabeza del  conejo entre sus piernas, creando así una almohada de regazo, y esto lo hacía hasta que el conejo despertara.

El héroe de la princesa y la elfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora