Sangre para el Dios de la sangre

Capítulo 18: [Descanso para los cansados]

Notas de la UA.

Realmente necesito terminar el arco [Festival escolar] para entrar en el arco [Asesino de héroes], así que...

Uhhhhhhh...

¿Sexo?

Sexo.

¡Sexo!

NDT: No Sexo!!!

La explosión que siguió al ataque del dúo de luchadores fue casi ensordecedora. El polvo y el humo cubrieron la totalidad de la arena, la multitud una vez más se quedó en silencio. Las cámaras de todo el estadio apuntaban firmemente a la arena, los lentes esperaban incluso la más mínima señal de los adolescentes. El humo comenzó a dispersarse con bastante rapidez, una silueta se hizo visible bajo todo el polvo.

Midnight y Cementoss estaban tratando de entender lo que había sucedido, ya que sus esfuerzos por detener a los dos niños se vieron frustrados por el poder que mostraron.

La peculiaridad de la heroína +18 fue inútil en la confrontación, y Cementoss preferiría no darle al dúo municiones adicionales para lanzar a la multitud espectadora, lo que también lo limitaría a un mero standby. La fuerza explosiva de sus ataques fue suficiente para crear una presión ensordecedora, sería mucho mejor si no fuera ayudado también por metralla de hormigón como munición.

El humo se dispersó por completo después de unos segundos más llenos de tensión; la vista de Midoriya Izuku parado arraigado en su lugar era algo que podía inspirar tanto asombro como terror aturdidor. Había resistido un golpe que muchos profesionales nunca habrían podido, su brazo estirado sostenía a un Bakugou apenas consciente.

Los dos adolescentes tenían la ropa hecha jirones. La camiseta negra del rubio apenas colgaba de su cuerpo, la tela carbonizada por las llamas que había tenido que soportar. No es que el atuendo de Izuku fuera mejor, ya que tanto su chaqueta de gimnasia como su camisa habían desaparecido, dejando la parte superior del torso del vampiro visible para todo el mundo. Varios puntos quemados se estaban curando justo debajo de sus ojos, las heridas humeaban mientras volvían al tono de piel habitual del vampiro.

El Hemomancer había agarrado a Katsuki por la cara, sosteniendo al rubio en el aire durante unos segundos antes de llevarlo al piso de concreto como si clavara una estaca en el suelo. El suelo se agrietó, la audiencia ahora estaba atónita, el silencio aún dominaba a la multitud.

Izuku levantó lentamente a Bakugou de su lecho de hormigón, con la mano todavía firmemente sujeta alrededor de la cabeza del bombardero. Estaba claro que ambos estaban agotados. Aún así, el vampiro acercó al rubio ceniza a sí mismo, examinando a su matón de la infancia. Lentamente, casi como si saboreara la derrota del rubio ceniza, Izuku abrió la boca, mostrando los colmillos relucientes que normalmente estaban tan ocultos a la vista; los colmillos blancos nacarados se acercaron al cuello del bombardero y perforaron la carne sin ninguna resistencia.

La multitud inmediatamente se quedó sin aliento ante la escena, la vista era bastante increíble. Bakugou gimió de dolor, débiles explosiones brotaron de sus manos, pero desafortunadamente para él, sus brazos no obedecieron sus órdenes, yaciendo inútilmente a sus costados. Izuku tragó saliva, con la boca llena de sangre roja carmesí, una pequeña gota escapó de su boca y corrió por la barbilla del vampiro.

Después de tres tragos completos, Izuku retiró sus colmillos del cuello de Bakugou, con la boca aún llena de líquido vital. Arrojó a Bakugou al suelo casi como si el rubio ceniza fuera basura, cerró los ojos e inclinó la cabeza hacia atrás, permitiendo que la multitud viera su garganta y el movimiento de su nuez de Adán mientras bebía con fuerza el líquido dentro de su boca.