¡Con Temática BirdFlash De Los TTG!

Bebé falso.

Los titantes y él están en la cede de la Liga de Justicia siendo regañados por sus mentores. Ellos los miran severos, sin compasión ni piedad ante los fuertes regaños que les están soltando. Chico Flash se siente un poco avergonzado por todo lo que están diciendo, sin embargo, solo es un poco.

—Ustedes —dijo Batman con su voz espeluznante—, creen saber todo pero solo son un montón de niños jugando a ser héroes.

Miró por el rabillo del ojo que Robin quería replicar contra lo dicho por su mentor, no obstante, la fría mirada del murciélago hizo que se callará. En el fondo, bien en el fondo, Chico Flash sintió pena y lastima por él. Aunque el mismo pelirrojo sabe que él tiene la culpa de algunos de los traumas que Robin carga consigo, como cuándo le quitó la torre, sigue culpando mucho más a Batman por todos los daños que Robin tiene.

Y bueno, ahora era el turno de Batman de darles el sermón aunque realmente parecía que estuviera regañando más bien solo al Chico Maravilla.

¿Por qué es estaban dando una charla? Según la Liga, últimamente han estado causando demasiados problemas en Jump City y ellos ya están cansado de pagar los daños.

—Ahora —habló Superman mientras flota sobre ellos—, que ya saben todas sus faltas, es hora del castigo.

—Por su insuficiencia y estupideces, van a limpiar cada rincón del Salón de la Justicia y no se irán hasta que esté lugar brille. Luego, cuando acaben acá, harán servicio comunitario con su ciudad por tres meses —Sentenció la Mujer Maravilla con mirada seria.

Chico Flahs frunce el entrecejo, ¡Perfecto! Ahora tendrá que pasar más tiempo con los idiotas de los Titanes, especialmente con el líder de ellos, ahora su pierna teme por su seguridad. El pelirrojo mira a todos lados, en todas las dos horas que llevaban ahí, no ha visto a su propio mentor, ¿Dónde andará Flash? Sabe que los demás héroes de la Liga están en misiones, pero Flahs no.

Una ráfaga de viento les alborota el cabello y cuando vuelven a pestañear, Flash está con una caja grande parado en medio de Batman y Superman.

—¡Volví! —anufcia Flash con su típica energía.

—Bien hecho, Flash —felicita Superman con una sonrisa.

—¿Qué hay en las cajas? —se aventura a preguntar con temor Chico Bestia.

—Una prueba de paciencia —contesta Batman.

—Flash, reparte —pide la Mujer Maravilla. Su mentor es obediente y en un par de segundos Starfire, Chico Bestia y él tienen un bebé de quizás seis meses envuelto en una manta azul—. Estos son bebés falsos. Cuidar a un niño requiere de mucha paciencia, especialmente cuando lloran. Si logran hacer que se calmen en menos de veinte minutos, su castigo se reducirá en un menor tiempo.

—Si no, se alargará el doble —agrego Batman. Todos sintieron un escalofrío recorrer el cuerpo.

—Trabajarán juntos —agrega Flash con una sonrisa. Suertudo de él que no oyó todo el sermón que les dieron—, las parejas son las siguientes: Raven y Chico Bestia, Cyborg y Starfire, Robin y Chico Flash. Suerte.

Y trás la última palabra de su mentor un aplauso sonó y los bebés falsos comenzaron a llorar. Maldijo en voz alta, le tocó con la persona menos paciente, ¡Dios! No quiere estar casi un año haciendo limpieza. Sospecha que ésto es solo para hacerlos reír.

El llanto del bebé es sofocante, irritante y frustrante. Todos comienzan a moverse y Superman les indica que en la caja también hay cosas para bebé como biberones, ropa y pañales limpios.

—¡Ten! —exclama sin darle tiempo de pensar a Robin le deja al niño llorón en sus manos.

—¡Estúpido Pony de un solo truco! —contesta Robin entre gritos.

En un dos por tres regresa con él con uno de todo lo que había en esa caja. Lo deja en el suelo y Robin procedió a sentarse con cuidado en el piso, él no tardó en imitarlo.

—¿Qué hacemos? —cuestiona ya molesto por los incesantes llantos que provenían de todos lados. Voltea a ver y mirá como Chico Bestia corre de un lado a otro con él bebé en las manos mientras grita como niña para al final ser golpeado por una demoníaca Raven. Suelta una risa.

—Cambiaremos el pañal.

—¿Enserio, viejo? —pregunta con asco pero Robin no le hace caso y comienza a cambiar el pañal; casi vomita cuando ve que está sucio. Quizás no apesta pero igual se ve feo.

—Listo —dice Robin orgulloso pero el niño no deja de llorar. Le entrega al bebé y Chico Flash no tiene la menor idea de que hacer con él. Luego le da también un biberón—. Ahora es tu turno, Pony de un solo truco.

Asiente, no muy convencido. El niño falso no tarda en beberse la leche pero al soltar el biberón, vuelve a llorar.

Mira el tiempo en el reloj que casualmente trae y aún faltan diez minutos, sin embargo, siente que lo que han pasado son años.

Realmente odia el llanto de un niño.

Ya cansado de moverlo en sus brazos hace el amago de tirarlo al suelo. Si, no aguanta más y ya se resignó a pasar un año de puro castigo.

—¡Imbécil! —lo insulta Robin quitándole al niño y cuando ya no está en sus brazos, lo golpea con su bastón en la cabeza—, lo haces muy rápido, lo asustas.

—Es falso —murmura con resentimiento.

Robin no lo oye. El Chico Maravilla mese al niño, después de sacarle el aire o Chico Flash eso cree, con cuidado, suave y con cariño mientras tararea una canción en un idioma que no conoce; le sonríe al niño con los ojos y el bebé no tarda en quedarse dormido a pesar de los otros llantos.

Vuelve a ver el reloj y se sorprende, el niño dejó de llorar y aún faltan cinco minutos. Voltea la mirada al Chico Maravilla y la vista de su enemigo lo hipnotizó por unos segundos.

Robin cargando un bebé con suavidad y ternura, un tarareo saliendo de sus labios y una mirada tan tranquila que le hace pensar que ese no es el mismo líder de los Titanes. Ese enano gruñón parece haber sido apaciguado y Chico Flash cree que incluso se ve... Bonito.

—¡No! —grita fuerte y aterrado ante sus propios y homosexuales pensamientos.

—¡Cállate! —exclama murmurando Robin con el entrecejo fruncido, también preparado para golpearlo.

No, claro que no. El no pensó eso. Él no es gay.

Al final, Batman los felicitó solo a ellos, fueron los únicos en lograr calmar al bebé falso. Aunque a final, a pesar de su orgullo, fue gracias a Robin.

Quizás un día de estos pase a agradecerle con una malteada.

Posiblemente en este flufftober encuentren cosas sin sentido o gracia, me disculpo por eso. Estoy pasando un bloqueo e intento salir de él por medio de este reto de octubre con esa bonita pareja.

Anteriormente no les dí la bienvenida, sin embargo, bienvenidos. Espero le guste :3