¡Con Temática BirdFlash De Los TTG!

Reencuentro.

Maneja de regreso sintiendo el vértigo en la punta de los dedos, el sabor de la nostalgia al volver a recorrer esas luminosas calles de Jump City en la boca y el sentimiento de ver la luna brillando en lo alto en todo su cuerpo. Por el espejo mira los edificios y eso le hace pensar que la ciudad no ha cambiado mucho; sigue siendo la misma que lo vió en sus ridículas épocas de héroe inmaduro con un equipo igual de estúpido.

Si embargo, si alguien le preguntará si se arrepiente de esos momentos que vivió junto a ellos respondería, con determinación y sin dudar un segundo, que no; esos fueron los mejores capítulos de su vida a pesar de todas las desgracias. Esas aventuras lo marcaron significativamente. A los lejos ve la torre en la que creció y fue parte del mejor equipo del mundo. Quizás fueron imperfectos y tenían su forma de resolver las cosas pero así eran ellos, perfectamente imperfectos.

Los extraña tanto pero los tiempos en los que fueron jóvenes pasaron, ya son adultos y cada quién tiene su propia vida ahora: Starfire regreso a su planeta y él estuvo ahí, regreso a esa melancólica ciudad, solo para despedirse de su primer amor; Raven derrotó a su padre y ahora es algo así como una tipo Diosa que todo lo ve y, los últimos de su equipo, Chico Bestia y Cyborg viven juntos en un departamento de la misma ciudad.

De vez en cuando, en todos esos años que estuvo a fuera, se reunió con ellos para charlas sobre las épocas en las que los Jóvenes Titanes en Acción vivieron.

Pero en estos momentos no se dirige en busca de ningún miembro de su antiguo equipo, no, va en busca de alguien que ha alborotado su vida desde hace mucho y que por fin puede darle una respuesta.

Robin se fue de Jump City por una pelea que tuvo con Batman dónde aclaró que ya no seguiría siendo su sombra, su burla y su peón. Que estaba cansando que no lo tomará enserio, ¡Que nadie lo tomará enserio! Qué se iría, qué ya no regresaría y, algo que sanó demasiado con el tiempo, dijo que lo odiaba.

Fue un sentimiento tan negativa pero era la verdad, por fin lo había admitido y se sintió bien en ese momento. Porque puede que Batman fue el héroe de muchos pero él no supo ser un padre y tampoco fue el héroe que llegó en su rescate cuando más lo necesitaba.

¿A quién engaña? ¡Batman nunca tuvo que tener hijos! O mejor dicho, nunca debió ser él quién lo adoptará. Después de todo vivió prácticamente en un cuarto húmedo con un balde de amigo. Él le arrebato la infancia y le dejó todos los traumas que le causaron heridas y que poco a poco fueron sanando.

Se fue a otra ciudad, lejos de Ghotam y Jump City y aunque sabe que Batman nunca lo perdió de vista, buscó alejarse de él. Estudió, trabajó y vivió por si mismo, mostró que también puede ganarse la vida; ahora es un reconocido detective con buena fama y también un policía, se acaba de transferir a la policía de está ciudad.

Además de su vida como civil también es Nightwing, un guapo superhéroe.

Lo más irónico es que en todo ese tiempo se hizo cercano a la persona que más odio en su tiempo de Robin, Chico Flash. En un día se encontraron en café por pura casualidad y ambos hablaron por horas, intercambiaron números y siguieron en contacto. Lo siguiente que pasó es que se volvieron cercanos, tan cercanos qué los sentimientos comenzaron a fluir y aunque ninguno es gay, se atraían.

Siguen siendo casi algo desde hace un año hasta está noche donde los sentimientos y las declaraciones se reencontrarán porque ya estuvieron suspendidas en el vacío por un buen tiempo.

Wally, la identidad del héroe velocista, prometió darle su espacio para qué creciera cómo persona y superará su pasado traumático.

«—Ya somos grandes y lo suficientemente maduros como para aceptar nuestros sentimientos. Te amo pero, mientras no superes todo ese odio que le tienes al murciélago y al resto de sus pupilos, esto no funcionará —Chico Flash le sonrió cómo solo él sabe hacerlo y algo movió en su alma. El cielo se sentía tan cerca en esa noche sobre sobre un edificio vacío.

—¿Qué quiere decir con eso?

—Prometo esperarte hasta que estés listo. Mientras tanto, ninguno dirá “te amo” hasta que sea el momento.

Y la confesión de esa noche se había quedado en pausa hasta que se volviera a remotar.»

El tiempo pasado no quiere decir que no se han visto e incluso han salido seguido y tenido sexo en cuántas ocasiones.

Ya es momento.

Estaciona el carro frente a una casa, se baja y toca el timbre. Espera una segundos y alguien desde el interior grita un: ¡¿Quién carajos se le ocurre visitarme a estás horas?!

Se ríe un poco. Los nervios lo atacan y la puerta por fin decide abrirse y dejar ver a un pelirrojo despeinado que abre enormemente los ojos cuando lo ve.

—¿Dick? —pregunta con una sorpresa inigualable en su voz, casi parecía que viera un espejismo.

—¿Sabes qué? —pregunta saltándose el saludo. El chido niega sin comprender ni un comido, quizás también sea por el adormecido aspecto que se carga—, estoy listo para ese reencuentro.

—¿De qué mierda hablas, Nightwing?

—Te amo.

Y el pelirrojo abrió los ojos un poco más pero él solo le sonrió con los labios y la mirada. Quería demostrarle que ya está listo para todo mientras sea junto a él.

—No me malinterpretes pero realmente no sé que decir cuando a media noche alguien viene a declararse ante mí —Wally ríe torpemente mientras se rasca la nunca y se hace un lado de la puerta—. Bien dicen que a estás horas asustan.

—Idiota —soltó con diversión mientras entra a la casa—. Pero lo digo de verdad y lo repito de nuevo: te amo. Estoy listo para tener una relación contigo.

—¿Qué tal si me pides ser tu novio y yo aceptó a tu propuesta mañana? Ahora solo quiero seguir durmiendo —habla el pelirrojo cerrando la entrada y luego lo toma de la mano, agregando— ¿Vienes a dormir conmigo?

Sólo le devuelve una sonrisa y asiente, mañana hará todo lo que tiene que hacer, por hoy sólo dormirá con su futuro novio.

Novio.

Que bien suena eso.