Tras una relación tóxica.

871 112 12
                                    

Están discutiendo, las voces de alzan en cada palabra y Chico Flash, con sus ojos enfadados y tono de voz enojado, dió un paso hacía adelante, cerca del Chico Maravilla que, como un acto de reflejo inconsciente, se cubrió la cara y cerró los ojos con fuerza como sí esperará que...

Como si esperara que lo golpeará.

Y ahí la discusión se acabó, el calor de la cólera se convirtió en un frío invierno.
Chico Flash lo miró un momento antes de correr a abrazarlo; lo rodeo con sus manos como si abrazará una bola de cristal, lo apretó, protegiéndolo. Unas lágrimas de frustración salieron disparadas como balas y, con cuidado, logró que el azabache le devolviera el abrazo.

El corazón por un momento olvidó como latir y sus pulmones como recibir aire.

Todo lo que había avanzando se sentía como si fuera nada, como sí siguiera mil pasos atrás a pesar de haber avanzado ciento de miles. Prefería mil veces a qué Robin tratará de quebrarle las piernas como en el pasado y no que le tuviera miedo; le dolió el corazón al verlo así, tan temeroso. Tan inseguro.

Tan... De un maldito sentimiento que no sabía cómo explicarlo.

Jamás odió tanto a una persona como a la ex pareja de Robin, esa maldita (perra) persona lo dejó tan inseguro sobre su cuerpo, sobre su sonrisa, sobre las personas. Lo llevó al borde de un precipicio y lo lanzó sin piedad alguna. A Chico Flash le costó sacarlo de ahí.

—Te amo, ¿Si? —le dijo con la voz temblorosa, pero al mismo tiempo, queriendo transmitirle seguridad y cariño. Aprieta más al azabache contra así—, Por favor, Rob, no llores. Te amo.

Un sollozo se hizo eco en la habitación. Si alguien le pregunta a Chico Flash qué está sintiendo, el simplemente diría que quería salir corriendo, escapar, huir. Pero no es su culpa, siempre fue una persona que se fuga de sus problemas, a veces son su personalidad despreocupada (aunque realmente es fachada porque si le preocupa).

Sus escapes eran a veces para pensar mejor las cosas.

Pero, a pesar de todas las ganas que tenía de usar su velocidad evitar la situación como si fuera un rayo, que lo único que queda es el terrible ruido, no podía.

Por más que quisiera meditar la situación, no podía. Tenía a un inseguro Robin en sus brazos llorando, moqueando y aferrándose a su pecho, sobre su traje, que era como decirle "No te vayas".

—Estoy aquí —murmuró y una risa sin ganas salió de sus labios al oír su propia voz, quebrada.

No importa cuántas veces discutan, Chico Flash siempre se quedará con él, siempre.

___

Fin del Flufftober.

Ésta temática es un poco complicada de abordar, especialmente para alguien que nunca ha pasado algo así, ¿Ok? Lo tengo en borrador desde el año pasado, lo leí y quise publicarlo a pesar del desastre que es. Tome awita.

Bay.

¡Con Temática BirdFlash De Los TTG!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora