CAPITULO II

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—¡Bruce eres un total idiota!

—Ya te dije que lo siento...

—¿Lo sientes?—ironice— Que bueno que lo sientas, porque gracias a ti llegaremos tarde.

—Pero no vamos tan tarde.

—Bruce, estamos llegando media hora tarde y es nuestro primer día. Y es con el estúpido del profesor Brown.

—Pero si el no es tan malo...

—¿No lo es? Te recuerdo que siempre usa cualquier cosa para hacernos reprobar.

—Pero somos buenos estudiantes.

—Para el somos unos delicuentes de primera.

Llegamos aún semáforo que aún está en amarillo, pero Bruce se detiene y unos según después se pone en rojo, volteó con mi mirada más molesta y el se da cuenta.

—¿Qué?

—Estaba en amarillo—masculle.

—Si, por eso pare.

—¡Pudiste haberlo pasado!—le grito exaltado.

—¡No podía hacerlo! Si se pone en amarillo, significa que tengo que parar.

—¡No! El amarillo significa que aún puedes pasar con precaución.

—Thomy, hay leyes de tránsito por si lo recuerdas, y en ellas dices que tenemos...

Llevo mis manos hacia mi cabeza y ahogó un grito entre mis manos, me recuesto en el asiento y trato de ignorar a Bruce y sus estúpidas leyes de tránsito. Nada iba a salir bien hoy, lo sabía desde el momento en que me había despertado y mi cabeza dolía de manera intensa. Hace media hora atrás, me desperté exaltado cuando Bruce entro en mi habitación gritando que ya era tarde y que me vistiera, y lo hice, me levanté de la cama y recogí lo primer ropa que ví en el suelo y me las puse—ni siquiera sabía si estaba limpia—y además que recogí mi cabellera solo por los lados y trate de acomodarlo lo mejor que pude.

Aunque se notaba que no había tomado una ducha, no me había cepillado si quiera.

Solo tome mi mochila y habíamos subido al auto de Bruce lo más rápido que pudimos. Mi amigo aún seguía con su charla sobre las leyes, y me dedique a verlo, el no estaba mejor que yo, tenía el cabello para un lado haciendo referencia a qué acababa de levantarse, se había puesto una camisa polo pero la llevaba al revés y puder ver qué se había llevaba el mismo pantalón de ayer. Además que se había puesto solo un calcetín.

Bueno...

El se veía un poco más formal, el llevaba una camisa polo, yo llevaba una camiseta que dejaba ver mi pecho y llevaba un jean viejo y desgastado.

Vi como el semáforo pasaba de rojo a verde, pero Bruce seguía como si nada.

—Bruce.

—Por eso debemos fijarnos cuando crucemos la calle...

—Bruce.

—Podríamos arrollar a alguien y eso sería malo.

—¡Bruce! ¡Acelera con un demonio!—le grito.

Bruce me hizo caso y piso el acelerador, haciendo que las ruedas chillar en el asfalto. Y por alguna razón está vez Bruce no se detuvo en los siguientes semáforos, los paso sin importar que estuvieran en amarillo, rebasó los autos y cruzo curvas como si fuera alguien de rápidos y furiosos.
Y en menos de diez minutos ya estábamos en las universidad.

—Tu maldito...¡Que te costaba conducir así media hora atrás!

—¡Me asusté! ¿Okey? Mi gritaste de una manera horrible y cuando me di cuenta hice todas esas imprudencias.

Mi Razón Para Amarte [#2 Amores Complicados]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora