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Mackenzie tocó la puerta de la casa de los Denbrough, y después de un par de segundos, el señor Denbrough abrió.

-Hola Kens, Ale bajará en un par de minutos, ¿gustas pasar mientras ella baja?

-Sí, gracias señor Denbrough.

-Puedes sentarte en la sala, si gustas.

Mackenzie asintió con una sonrisa, y dirigiéndose lentamente a la sala mientras observaba todo lo que había a su alrededor.
No era la primera vez que visitaba esa casa, pero aún así, se sentía como si así fuera.

Para sorpresa de Kenzie, Bill estaba sentado en el sillón a lado de la ventana viendo el atardecer, él al escuchar unos pasos se se volteó rápidamente para ver de quién se trataba.

-Ah, hola.- Dijo el castaño, dirigiendo su mirada otra vez hacía la ventana.

-Hola...

Mackenzie se sentó junto a él para admirar el atardecer de la misma manera.

-Es bonito, ¿no?

-Bastante.

-Kens... quería pedirte disculpas por traerte a todo este caos.

-¿Qué? No, no tienes porqué disculparte, yo soy la que debería disculparse, no debí decir lo que te dije.

-¿Disculpa mutua?

Mackenzie solo sonrió y asintió para después dirigir su mirada de nuevo al hermoso espectáculo natural que estaba frente a ellos.

-¿Sabes por que me gusta tanto el atardecer?- Preguntó Bill.

-¿Por qué?

-Porque me recuerda a ti.

Ambos se voltearon a ver rápidamente, e instantáneamente se fueron acercando cada vez más... Hasta llegar un punto en el que sus bocas se encontraron.

Se dieron un beso tan tierno, tan inocente y tan lindo, que a pesar de que duró solo un par de segundos, para ambos se sintió como una eternidad.

Al separarse, ninguno de los dos podía creer lo que había sucedido, escucharon los apresuraron pasos de Alexa por lo que rápidamente se alejaron uno del otro.

-¿Nos vamos Kens?- Dijo la pequeña.

Mackenzie miró una última vez a Bill y salió de la casa junto con su hermanita.

-Estás toda roja Mackenzie.- Se burló Alexa.

-¡¿Qué?!

-¡¿Acaso te besaste con Bill Denbrough?!

-Nooo, yo jamás haría algo como eso.

-Ajá... ¡KENZIE TIENE NOVIO!- comenzó a tararear. -¡KENZIE TIENE NOVIO!

Mackenzie no hizo más que rodar los ojos y apresurar El Paso para llegar más rápido a su casa.

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A la mañana siguiente Kenzie estaba pensando en los acontecimientos de el día anterior.
Por un lado, Stanley Uris le había dicho que le gustaba, y por otro, se había besado con Bill Denbrough.

Quería hablar esto con alguien, ¿pero con quién?

Fue ahí que después de pensarlo varias veces, terminó yendo a la carnicería de Mike.

Al llegar ahí, la atendió un señor anciano que se veía bastan te serio.

-Buenas tardes señorita, ¿qué le vamos a dar?

-Buenas tardes, disculpe pero solo vengo a ver a Mike, ¿Se encuentra?

-¿A Mike? Si, claro, permítame llamarlo.

No tardó mucho para Mike saliera, y al verla ahí quedó bastante impactado.

-Vaya, creí que mi abuelo mentía, ¿Que haces aquí Mackenzie?

-Verás, no creo ser la persona favorita de Bev ahora, Richie se burlaría del asunto, no hablo mucho con Ben y a Eddie ni para que mencionarlo. Te necesito.

-De acuerdo, me encanta ser la última opción- Dijo sarcásticamente el chico. -¿Quieres ir a caminar?

-Sí, digo, si no es molestia.

Después de que Mackenzie le explicara todo el asunto a Mike, quedó igual de preocupado que ella.

-¡¿Pero como vas a hacer eso?!- Exclamó Mike.

-¡No sé, no pensé!

-¡No, es obvio que no pensaste!

-¡¿Y entonces qué hago?!

-¡Yo que sé, solo soy un niño, no merezco estas preocupaciones!

Mientras Mackenzie estaba sentada en una banca mordiéndose las uñas, Mike no dejaba de dar vueltas alrededor de la banca.

-Bien, tranquilicémonos, no es tan malo, pensemos claramente. Primero, realmente, ¿quién te gusta?

Mackenzie solo se quedó callada...

-¿Kens, quién te gusta?

-No lo sé, yo-

-¡Maldita sea!- interrumpió Mike. -Disculpa mi vocabulario.

-Es que no sé si lo que siento por Stan es real, o no. Él hizo algo muy lindo por mi, y me da miedo que sea solo agradecimiento lo que siento por él, y no algo más.

-¿Y por Bill?

-Bill me gusta desde que tengo memoria, ¡pero ya tenía planeado alejarme de él!

-Pues creo que no lo has hecho muy bien.

-Sabes, eres muy bueno dando apoyo emocional.

Mike después de varios minutos, por fin se sentó a lado de la pelirroja para descansar un poco.

-Discútelo con la almohada, piensa bien que es lo que sientes por cada uno, y cuando lo sepas ve y díselos.

Esta será una larga noche...

It (Eso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora