Suelta Lo Que No Va Contigo

Pérdida

Testimonio

Todo iba bien, la vida era espectacular para ella, más feliz no podía estar, tenía todo lo que quería, hasta el día en que perdió, al que más quería.

Su mundo se hiso pedazos, y con razón, no todos los días se pierde el amor de tu vida. Si difícil es encontrarlo, no puedo llegar a imaginar el perderlo. Aún así tenía que ser fuerte por sus hijos, debía sacar fuerzas de donde no las había. Fue un golpe duro, de esos que dejan sin aliento, de esos que te tiran en el suelo aún estando de pie, de aquellos que te atraviesan el alma.

Y pasaban los días, las semanas, meses e incluso años, y el dolor seguía, el vacío continuaba. Es un sentimiento de felicidad incompleta, lo tiene todo pero a la vez siente que no tiene nada. Le tocó convertirse en la cabeza de su hogar, le tocó ser madre, pero también padre. Afrontó situaciones y procesos que no sabía como hacerlo, pero no lo quedaba de otra, o lo hacía o su vida y su familia se iban por la borda.

___¡Es que es un triztesa constante!
___¡Lágrimas invadiendo mis ojos en todo momento!
___¡Todo me recuerda a él!
___¡Todo lo que estoy viviendo, quería que fuera con él!

Y como en efecto, no hubo noche en la que ella no dejara de llorar, y le preguntara a Dios ¿Porqué se me fue?; ¡No entiendo nada!.

Aún estando rodeada de sus hijos, de personas que la querían y apoyaban, que le extendieron su mano y sin dudar expresaron un ¡Aquí estoy para lo que necesites!; aún así, el vacío continuaba, aún así, nada llenaba su alma, nada provocaba una sonrisa en su rostro, cada cumpleaños, cada fecha especial, era una carrera hacia atrás.

Eso cambió, sí, cambió. Cambió el día que le presentaron a Cristo, pero cambió aún más, cuando ella lo aceptó como Señor y Salvador de su vida. Ahí es donde radica la importancia de presentarle a Dios a quienes no le conocen, no sabemos las batallas de nadie, no entendemos con el Goliat que cada persona lucha. Entiende que una palabra de aliento que salga de tu boca, puede cambiar el mundo de alguien.

..."Hay dolores, que no son explicables. Hay partidas, que solo Dios sustituye. Hay despedidas, que no esperamos. Hay pérdidas, que nunca volveremos a recuperar. Es duro, no puedes más, no sabes como sigues. Pero Dios es suficiente, no por fuerza ni por poder, por su Santo Espíritu"...

Lo material no llena. Tener un carro no llena. Ser y tener el cuerpo y el rostro más lindo, tampoco llena. La ropa, el dinero, las prendas, no sacian el alma. Lo que verdaderamente sana las heridas, cubre las cicatrices, venda el corazón quebrantado, es el buscar y adorar a Dios. Aún en medio de la pérdida, aún en medio de la tristeza y la angustia, Dios es manifiesto, porque solo él sana, solo el restaura, renueva y liberta.

..."Hay hechos y situaciones que permanecen plasmados por siempre, pero Cristo, y sólo él, hace que sea, como esa cicatriz, pero que ya no duele"...

La pena del dolor es real, pero también lo es la paz que viene de Dios.

Isaías 41:13 (Reina-Valera 1960)

13. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.

Si de algo estoy segura, es que en el suelo nunca vas a permanecer. Dios siempre te va a fortalecer, a levantar, a enaltecer. Cuando no tengas nada, él será tu todo. Cuando no tengas fuerzas, él dará de las suyas. Porque vivo convencida de algo, y es que ..."Si siete veces caigo, ocho veces Cristo me levanta"...

..."Si Dios quita algo que jamás pensaste perder, también te dará algo que jamás pensaste tener. Entiendo que hay cosas que son irremplazables, preguntas que no tienen respuesta. Solo confía en que Dios sabe lo que pone. Dios sabe lo que quita. Dios sabe lo que hace"...

Es difícil. Es duro. Somos humanos, tenemos corazón, sentimos y padecemos. Es verdad. Pero si queremos a Dios para las buenas, también para las malas. El dia que pongamos nuestra total confianza en Dios, y cuando digo toda, es toda, entenderemos que Dios da, Dios quita, Dios sabe lo que hace. Hay cosas que son irremplazables, pero la presencia de Dios, todo lo compensa. No busques un porqué, ni un culpable, no lo encontrarás. Todo es parte del plan de Cristo con tu vida.

Dios te bendiga.