Crista Shinigami

6_Androides

Estos portaban una vestimenta metálica de colores azulados sus rostros serios casi como uno humano de no ser por sus cuerpos biomecánicos.

El hiel paso por la garganta de Keitaro que yacía atrás de sus compañeros y viendo cómo todo parecía un desastre algunos yacían en charcos de sangre. Sus ojos se desorbitaron al ver a la señora Hina Mimin enfrente de esos seres robóticos.

--- Así que aquí es el centro donde se ocultaban tantos mocosos --- Comento la mujer de cabello corto con una mirada gélida mientras veía a la pelinaranja frente a ella con su labio partido y la sangre salir por un costado de su estómago.

--- Malditos androides maldita ella... --- Su brazo fue agarrado por esta mientras torció sus huesos dejando salir un grito de dolor ante todos los jóvenes que se respaldaban unos a otros más Mizachi que deseaba ir y destrozar a esa cosa siendo sostenido por una de sus compañeras que no miraba en súplica mientras el chirrido de sus dientes solo los sentía él.

Un temblor los hizo que se alarmaran al parecer Kero estaba siendo atacado.

--- Parece que comenzó la diversión --- Sonrió aquella que tomaba a la mujer debilitada en su presencia.

--- Eso nunca --- Una fuerza de gravedad fue en contra de la androide que no se percató y fue aplastada por una cosa invisible.

Mizachi quitando a todos del paso corrio hacia su madre que caía de agotamiento por el esfuerzo después del impacto a las instalaciones un fierro había hecho destrozos en ella y había dado todo de si para acabar con la androide que de convirtió en un millar de pedazos.

--- Mizachi mírame --- Le hablo con dulzura a pesar del grave estado en el cual se encontraba y veía la frustración y preocupación de su hijo.

--- No tu no puedes morir madre --- Dijo impotente por no poder hacer nada ante la vida de la mujer que a pesar de todo estuvo siempre a su lado.

--- Lo siento Mizachi hijo solo espero que puedas algún día ser feliz como debió ser siempre --- Le acaricio su rostro quitando las lágrimas constantes u salían de sus ojos carmín.

Keitaro junto a los demás hacían lo posible para dejar las instalaciones y ayudar a los pocos heridos en la cafetería y miro como se despedía su rival de la dulce Hina quien pudo ser como una madre para algunos. Sus ojos verdes se apagaron y lentamente cerro los ojos.

--- Te amo hijo --- Su rostro a pesar de los rasguños y sangre parecía un ángel y el se inclinaba llorando y dando gritos lastimeros todos en el lugar habían perdido a alguien pero no admitían que la enfermera de cabellos naranjos se fuese por salvarlos.

Amé fui amado el sol acaricio mi faz.
¡Vida nada más me debes! ¡Vida estamos en paz!

Amado Nervo.

El ambiente se puso extraño toda lámpara apenas funcionando se fueron quebrando algunos usaron sus habilidades para ver entre todo la destrucción caminando entre las paredes caídas los cristales rotos.

Lozanía así le decían como un destello de luz un hombre con una armadura metálica azul se llevó el alma de Hina Mimin sin el consentimiento de Mizachi veía su rostro gélido blanco con un arma en forma de guadaña.

Keitaro que sostenía su dispositivo en la mano vio que aquel ser no era un androide común o un ser humano.

Este es un Shinigami.

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Dedicado a Briel-kun continuará.