Capítulo 9

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Dario abrió sus ojos despacio y se vio solo en la cama. Enseguida se sentó frotándose los ojos y bostezando. Se apoyó en ella en el cabecero de la cama recordando la noche que pasaron. Enseguida sonrió, había sido increíble. Christopher había sido cariñoso con él, pero en ningún momento se propaso ni la más mínima insinuación y eso lo hizo sentirse seguro. Christopher quería darle su lugar, lo iba a respetar hasta que él decida cuándo, cuando Dario lo desee, cuando dario lo desee a el. Iba a esperarlo.

Se levanta de la cama y despacio se quita el improvisado pijama para ponerse su ropa. Sale de la habitación y escucha unas voces a lo lejos. Entra en el baño para lavarse la cara y sale de él para dirigirse a la cocina buscando a Christopher caminando casi de puntillas.

-Gracias Teresa- escucha la voz de Christopher caminando por el amplio pasillo. 

-No te preocupes cariño, a tu novio no le faltará de nada en esta casa- responde la mujer.

-Teresa de eso estoy seguro- responde el abogado con cariño. 

Dario entra en la cocina y se encuentra con Christopher de espaldas apoyado en la isla de la cocina, aún hablando con una con una señora rubia muy guapa, vestida de negro de arriba abajo que le sonríe con amabilidad. 

-Hola Dario- dice la mujer con una gran sonrisa. Christopher enseguida se gira y sonríe con el rostro iluminado. 

-Buenos días amor- dice Christopher acercándose a Dario dándole un beso en la frente. 

-Buenos días- responde Dario sonriéndole -Buenos días- le dice a la señora. 

-Ella es Teresa cariño- presenta Christopher levando una mano señalandola con elegancia.

-Encantada Dario, estoy aquí para atenderte- dice Teresa efusiva levantando las manos aun sonriendole.  

-Ho... muchas gracias- 

-Ella trabajaba en casa de mis padres, me conoce desde que nací. Pero Ricardo la hizo despedir hace unos años y cuando me independice, se vino aquí conmigo. A mi vera- dice Christopher acercándose a ella para apoyar sus manos en sus hombros, y darle un beso en la mejilla con cariño. Dario sonríe enternecido -Y además la quiero mucho- 

-Eso es muy bonito- responde Dario.

-En lo que necesites Dario, Chris ya sabe cómo soy y me gusta que él esté bien y ahora también me gustaría que estuvieras tú. Christopher para mí es como un hijo y lo veo feliz así que los voy a cuidar- dice Teresa abrazando a Christopher por la cintura.

-Teresa eres muy amable de verdad- Dario estaba se sintio abochornado, nunca habia tenido a nadie que lo atienda.

-Es la mejor- responde Christopher abrazandola con efusividad. 

-Bueno... voy arreglar la habitación y cambiarte la sábanas- dice ella librandose del abrazo entre risas - Que seguro habéis tenido una noche movida...- dice Teresa caminando por el pasillo a paso ligero. Ambos ríen avergonzados ante el comentario, cómo si hubiera pasado algo de verdad.

-Ella es así, ya la irás conociendo- dice Christoher se acercandose a su novio, para abrazarlo por la cintura -Teresa ha hecho el desayuno ¿Te apetece?- pregunta Christpher apoyando su frente en la de Dario. Dario le corresponde y levanta la mirada sutil asintiendo sonriendo.

-Si-

Entre risas desayunan tortitas de plátano que Teresa había hecho para ellos.

-¿Teresa ya desayuno?-

-Si... ella desayuna temprano. Le digo que desayune con nosotros pero insiste en hacerlo más pronto. 

-¿Por qué? A mi no me molestaría, me cayó muy bien- dice Dario sincero. 

-Lo se cariño pero ella no quiere, igual le diré que alguna vez lo haga- 

Cuando acaban de desayunar Dario se prepara para irse. Hoy tenía día libre en la universidad y sabía que Christopher tenía que trabajar y no lo quería molestar, era consciente de que Christopher era un abogado ocupado, dirigir un bufete de esa magnitud requiere de mucho trabajo.

-Chris... me iré ya, que se que tienes que trabajar- dice Dario apenado. 

-Que va, ayer le dije a María que me pasará todo para mañana- dice sujetando las manos de Erick entrelazando las manos. 

-¿Pero eso te puede perjudicar en el trabajo?- dice Dario encogiéndose de hombros a modo de disculpa. 

-No mi cielo... para nada. Hoy quería pasar el día contigo- dice Christoher sujetando las manos de Dario con delicadeza. 

-Chris...- intenta hablar el joven, pero Christopher le interrumpe.

-Hacemos lo que tú quieras... ¿te gusta la comida italiana?- pregunta -Te invito, conozco uno muy bueno- dice Christopher entrelazando sus dedos con los de Dario.

-Si me gusta, gracias- asiente Dario correspondiendo a Christopher. 

La comida era increíble y se hacían compañía mutuamente. La charla estaba siendo fluida y estaban agusto en la compañía del otro, se estaban conociendo mas. Sus gustos, aficiones y manías... Poco a poco estaban empezando a tener química, a entenderse, a tener cosas en común. La nube de Christopher cada vez volaba más alto y la de Dario estaba empezando a despegar, solo que con algunas dificultades.

Se pasaron el día hablando sin parar, riendo hasta que cayó la noche y Christopher dejó a Dario en su casa. Ambos querían dormir juntos de nuevo despues del dia que habian pasado, sin embargo la vergüenza podía más y se despidieron con un beso en la mejilla en la puerta del apartamento de Dario.

-Avisame cuando llegues a casa- dice Dario casi en un susurro.

-Te aviso cielo- Christopher besa la frente de Dario y se dirige hacia las escaleras para bajarlas con rapidez.

Christopher cuando entro a su coche resopló con ganas arrancando el coche frustrado "Le tenía que haber dicho algo... queria estar con el" 

Tanto Chtistopher como Dario estuvieron dando vueltas en la cama toda la noche. Christopher quería volver a dormir junto a Dario y Dario estaba desconcertado, sus sentimientos le estaban quitando el sueño. Le apetecía dormir junto a Christopher, se había sentido muy agusto a su lado anoche y dormir solo en su apartamento ya no le hacía gracia "¿por que?" Anoche se había quedado dormido sintiendo las caricias de Christpher en su rostro. La noche se estaba haciendo fría. 

Al día siguiente Dario se levantó de un salto por el despertador. Sólo había dormido una hora y ya tenía que irse a la cafetería.

-Valla mierda- susurra Dario sentándose en la cama de mal humor.

Por otro lado Christopher llevaba un café largo en la mano, entrando en la oficina con la misma cara de cansado. 

-¿Te han atropellado?- pregunta Rodrigo entrando en el amplio despacho de Christopher. 

-Imbécil- susurra Christopher.

-Hey menudo humor...- dice Rodrigo sentándose en las sillas que estaban colocadas frente a la mesa de Christopher.

-Perdon... es que he dormido muy mal- se excusa Christopher. 

-Ya te veo... ¿Noche movida con Dario?- pregunta Rodrigo sonriendo de lado

-No... no he dormido con él, por eso no he dormido- afirma Christopher. 

-Hooo... que cursi- dice Rodrigo burlón. 

-Imbécil- afirma Christopher -Ves... Ahora ya no me voy a disculpar- Rodrigo le saca la lengua y se levanta de la silla para acomodarse el chaleco negro que tenía puesto encima de la camisa. 

-Tenemos una reunión con un cliente dentro de media hora. Así que deja de pensar en tu adorable novio y céntrate en el curro- le dice chasqueando los dedos.

-Sabes que siempre me centro en el curro- dice Christopher molesto haciedo lo mismo.

-Haber si es verdad- dice Rodrigo dirigiéndose hacia la puerta del despacho -Y por cierto tómate algo para el mal humor, o vuelve a dormir con tu novio que estarás más animado- concluye guiñandole un ojo a Christopher

-Que estúpido es...- susurra, Christopher gira los ojos y se levanta de la mesa para dirigirse a la sala de reuniones aún con mala cara pero con las ideas claras.

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