Extra 1

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Suspira, quitándose las sabanas de encima. Sabe que día es hoy y eso le pone feliz. Su cumpleaños. Cumplía 5 años y sabía que sus padres le tenían una sorpresa, los ha escuchado hablar de eso por las noches. Así que con una sonrisa brillante, corre a la cocina. Su casa está en silencio y eso es raro, ya que sus papás siempre estaban gritando – no en manera de pelea – o su hermana cantaba.

— ¡Cállate, animal! — oye la voz de su tío Thankun y está seguida de varios sshhh.

Aun más contento, con la idea de que su familia está ahí, entre a la cocina y todos gritan su nombre, tirando serpentinas y confeti. Su papá Pete se acerca a abrazarle con mucho cuidado de no tirar a su hermanito menor, Venice.

— ¡Feliz cumpleaños, bebé! — el castaño besa sus mejillas repetidas veces, dejándolas sonrojadas.

—No soy un bebé, ya tengo cinco. — Se limpia los cachetes, yéndose a una de las sillas.

—Felicidades, Macao — Helena, con el cabello trenzado se acerca, teniendo una caja grande entre sus manos, con trabajo y podía sostenerla.

— ¿Para mí? — Abre sus ojos en grande, fingiendo sorpresa. — ¡Gracias, bruja!

Helena rueda los ojos, evitando contestarle a su hermanito, se la pasaría por hoy porque era su cumpleaños.

— ¿Dónde está mi papá? — el cumpleañero pregunta, quitándole la envoltura a la caja.

—Por ahí — contesta Arm, mirando a otro lado y enrollando sus brazos alrededor de Khun.

—Por ahí en.... — Porsche quiere seguir pero no se le ocurre nada.

—En la selva — Khun termina y todos se golpean la frente, incluida Helena.

— ¿En serio? — sus ojos de colores se abren, ahora sí, sorprendido. — ¡Wooow, yo siempre dije que papá era como tarzán!

—Por idiota — Porsche murmura bajamente, y le sonríe a Pete, quien lo mira enojado.

—Fue con el tío Kinn y los gemelos a buscar algo, amor.

—Ahh, ¿No fue a la selva?

—No, Macao — su padre deja al bebé en su silla. — Pronto debe venir.

— ¿Es una sorpresa para mí?

—Puede ser — la pelinegra se encoge de hombros, — Puede ser que no — se mece de un lado a otro.

— ¡Macao! — Brian y Mark entran corriendo a abrazarle cuando lo ven.

Ambos lo felicitan entre risas, haciéndole cosquillas. Un ladrido hace que se separen, los ojos del pequeño Theerapanyakul se abren y corre hasta donde lo oye. Su padre está parado ahí, con un gran perro a su lado.

—Mierda, Vegas. Dijimos un perrito — Pete le dice al oído a su alfa, pegándole en el brazo.

— ¡No había nada más! — Se queja sobándose.

— ¡Un perrito! — Y a Macao no se le es necesario hincarse para abrazar al perro, ya que es casi de su estatura. — ¡Gracias, papá!, ¿Lo conseguiste en la selva?

—No, él es de la perrera, tu padre se es de la selva — Arm interfiere, acercando sus pasos al can y dándole leves caricias al perro.

— ¡Papi! — Helena grita desde la cocina.

Pete va a verla. Ella está sobre la mesa, cuidando a Venice y con alerta a todo.

— ¿Qué pasa, corazón?

—Papi ¿el perro se va a-a quedar mucho tiempo aquí?

—Es uno de los regalos de Macao — tuerce la boca.

Ven aquí y ámame ~ VegasPete (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora