MASCOTA

3.4K 239 2
                                    


¿Qué tan divertida puede ser una vida planeada?

Nunca me había quejado, jamás lo había echo pero joder estaba en mi último año de universidad y sentía como poco a poco me ahogaba en mi vida perfecta.

Soy el sucesor de una de las empresas más grandes de Corea del sur, el mejor de la clase, pronto me graduaría con honores, no es algo por lo cual deba sentirme orgulloso ya que según mis padres es mi deber, mi responsabilidad.

-Amor ¿Vamos?

Respiré profundamente mientras salía rumbo a mi auto junto a mi prometida, ah, otro aspecto de mi vida que no puedo elegir, mi inminente matrimonio planeado. Desde que nací he estado comprometido y no puedo hacer nada al respecto.

¿Mi vida puede ser menos interesante?

Enredado entre fiestas sofisticadas, vistiendo hermosos smoking y viendo los preciosos vestidos adornar los cuerpos de las elegantes mujeres que aparecían en este ilusorio mundo en el que nací.

Tomé la copa de champagne que se me fue ofrecida, mi vista se encontró con la de mi mejor amigo, elevó su perfecta ceja depilada haciéndome un gesto para moverme en alguna dirección a su derecha.

Con cautela me moví de mi sitio siguiendo los pasos de mi elegante amigo hasta que salimos al enorme balcón de la mansión.

-Pensé que no vendrías - Dije mientras me recostaba en la baranda.

-Ese era el propósito, pero - Suspiró - Ya conoces como es mi madre.

-Estoy tan aburrido de esto Jin Hyung - Eché mi cabeza hacía atrás dando una profunda respiración.

Se lo que muchos pensarán, soy un niño rico, lo tengo todo a mis pies, no debería quejarme ¿No es así? Pero saben tenerlo todo puede llegar a ser tan abrumador como no tener nada, mis días están meticulosamente planeados ¡NO PUEDO IR AL BAÑO SIN AGENDARLO ANTES! Mierda, nadie debería vivir así.

-¿Quieres hacer algo divertido? - Jin Hyung sonrió.

-¿Qué? - Pregunté curioso.

Su sonrisa se agrandó provocando que mi cuerpo temblara, creo que no debí dar lugar a la duda.

-Vamos a escaparnos.

Sin dejar que me negara tomó mi mano haciendo que empezara a caminar detrás suyo, evadimos un número considerable de personas y guardias, incluso mis guardaespaldas no se dieron cuenta cuando abandoné la mansión.

-¿A don...

-No preguntes - Mi mejor amigo me interrumpió - Déjate llevar por una vez en tu vida, niño mimado de papá y mamá.

Fruncí mi ceño Jin Hyung sabía lo mucho que odiaba ser tratado como un estúpido mimado, mi gran ego, porque si se que tengo un gran ego, no me permitió desistir de su invitación.

-Solo no me vallas a dejar tirado por irte a follar Seok Jin te conozco - Entrecerré mis ojos.

-Joder... Eso pasó hace mucho tiempo...Lo siento - Sonrió y obviamente se que no se siente ni un poco arrepentido - Hoy seré un buen niñero y no te dejaré solo - Por un momento dejó de ver el camino para mirarme a los ojos - El lugar a dónde vamos va a explotar tu mente - Volvió a girar su cabeza sin dejar de sonreír.

Un revoltijo de ansiedad se instauró en mi estómago, y aunque quería saber a que mierda se refería preferí callar y verlo con mis propios ojos, estoy tan desesperado por un poco de emoción que el raciocinio infundado por mis padres parecía haberme olvidado.

Llegamos a un establecimiento que rápidamente deduje se trataba de un club, la enorme fila para ingresar no parecía nunca terminar, ya me estaba arrepintiendo de haber aceptado.

Rojo (Kookmin-Jikook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora