ROJO

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Los nervios eran palpables en mi piel, mi respiración era pesada al igual que mis pasos, joder, no me estaba comportando como un ser humano adulto sino como un pequeño animal indefenso.

-Si no estas seguro – Jimin abrió la puerta de entrada – Puedo llevarte de regreso.

Negué inmediatamente mientras su mano se posaba sobre mi cabello, ya había llegado tan lejos no iba a retroceder.

Entramos en la enorme casa, mis ojos viajaron un poco por todo el lugar sin perder de vista la silueta de Jimin, era un lugar hermoso, las obras de arte y los preciosos acabados, las elegantes lámparas en forma de araña que se desprendían del techo y las luces a media iluminación generaban un aura íntima, debo decir que tiene un exquisito gusto para la decoración.

-Jungkookie – Jimin llamó mi atención haciendo que mis ojos volvieran a los suyos - ¿Te gusta éste lugar?

La mirada, el tono de su voz incluso su postura corporal denotaban tranquilidad provocando que mi mente y mi cuerpo se relajaran.

-Si – Respondí aún con un poco de timidez en mi voz.

-Entonces – Sonrió ladeado volviendo a esa expresión sensual que me ponía completamente nervioso – Eres bienvenido cuando quieras Kookie.

Dice y se va tan tranquilo con ese sensual caminar, ah mierda, yo teniendo una crisis mental y el caminando tan natural.

Seguí sus pasos hasta llegar a la inmensa cocina – Siéntate Kookie… – Me dice mientras señala una silla, me siento con sumo cuidado sin dejar de ver sus movimientos sorprendiendome por la increíble vista que tenía delante de mis ojos.

La cocina era abierta por lo tanto desde el lugar donde me encontraba podía ver por completo a Jimin y su danzar por toda la cocina.

Una excelente vista si me preguntan.

-¿Eres alérgico a algún alimento? – Pregunta mientras saca ingredientes de la heladera.

-No – Respondo y el sonríe.

Un par de minutos habían pasado y el delicioso olor a comida había empezado a inundar el lugar, la mezcla de las especias con la carne asada sumado a la vista de su cuerpo cocinando me hacía salivar, sus brazos levemente marcados se flexionaban sutilmente al revolver los vegetales mientras su cabello rubio caía sensualmente sobre su frente.

Creo que puedo tener un orgasmo con solo mirarlo.

Sus ojos subieron a los míos - ¿Qué estás pensando? – Pregunta con una sonrisita provocando que mis mejillas se calentaran.

-¿Porqué?

-Aquí – Me responde mientras señala toda la comida delante de mis ojos, que idiota soy, por estar vagando en mis sucios pensamientos no me había dado cuenta que ya la comida estaba lista.

-Gracias.

Sus labios moviéndosen mientras su mandíbula se tensa para masticar, sus ojos mirándome por momentos mientras su lengua sale sutilmente a lamer sus carnosos labios rosados, mordí mis labios viendo como sus delgados dedos sostenian los palillos con firmeza ¿Cómo alguien se puede ver tan sensual comiendo?

-¿Te gustó? – Sus ojos azules se clavaron en los míos mientras su boca degustaba el vino tinto que recién había tomado.

-Mucho – Lamí mis labios bajando mi mirada a los suyos – Estaba delicioso.

Una pequeña mordida en sus labios provocaron que un escalofrío se instalara en mi espina dorsal.

-Namjoon me comentó que preguntaste por mi…

Rojo (Kookmin-Jikook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora