CÓRRETE

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¿Mirarlo? Siempre lo estoy haciendo desde que lo conocí.

La cantidad de personas fueron aumentando, pronto la habitación empezó a sentirse sofocante, no estaba acostumbrado a estar rodeado de tantas personas.

Las luces se habían apagado alrededor dejando solo la tarima iluminada mientras la puerta por donde había ingresado era cerrada por un enorme guardia.

Acomodé mi cuerpo contra la pared tratando de encontrar un poco de estabilidad mientras mis ojos no perdían ningún movimiento realizado por Jimin.

Sus manos abrieron un pequeño maletín, vi el momento cuando sonrió y buscó mi mirada mientras una fusta roja era sostenida entre sus dedos ¿Para qué la necesita Jimin? Una fusta era para guiar a los caballos o eso me habían enseñado en una de mis tantas clases de equitación.

Mi sangre se heló cuando la fusta fue sostenida con fuerza con su mano derecha y golpeó uno de sus muslos mientras su labio inferior era aprisionado por sus dientes y sus ojos me miraban con un pequeño brillo malicioso en sus pupilas.

Joder, una descarga eléctrica fue enviada directamente por mi espina dorsal hasta mi pene, su redondo culo se inclinó frente a mis ojos mientras que en sus manos sostenían un par de esposas, mis ojos siguieron sus sutiles movimientos y tragué grueso cuando un hombre alto y musculoso se subió a la tarima junto a él.

Empujé el interior de mi mejilla con mi lengua viendo como aquel chico se retiraba una bata de seda que cubría su cuerpo, no me gustaba lo que mis ojos veían ¿O si?

-Hoy estarás de pie - Hablo Jimin con una voz gruesa y decidida - Párate en la cruz - Ordenó y yo jadeé suavemente, el tono que había empleado en sus palabras provocaba que mis piernas flaquearan y mi cuerpo rogara por ponerse de rodillas ante él.

Las correas fueron ajustadas a las muñecas y tobillos del chico, mis ojos divagaron solo un momento por el cabello, rostro y cuerpo desnudo que ahora estaba atado a la cruz antes de volver a buscar el rostro de Jimin.

Mierda, su expresión era completamente seria, sus ojos no denotaba ningún tipo de perdón cuando se clavaron en los míos "Mírame" tragué fuertemente había desobedecido y por algún extraño motivo eso me hacía salivar de placer.

Volvió su vista a la cruz mientras se acomodaba un par de guantes rojos en sus pequeñas manos - Palabra de seguridad - Pronunció.

-Oso.

¿Qué mierda estaba pasando? No entendía nada ¿Palabra de seguridad? ¿Oso?

Respiré profundamente tratando de calmar mis latidos cuando una sonrisa se asomó en la comisura de sus abultados belfos al notar mi mirada sobre su cuerpo.

Sin dejar de ver al chico sacó del maletín un tubo que por el color y la sustancia que contenía parecía ser lubricante, cielos, abrí mis ojos sorprendido deduciendo al fin en dónde me encontraba y en que circunstancias estaba.

NO, NO, NO puede ser iban a tener sexo delante de mi, en realidad delante de muchas personas ¿Porqué jodida mierda no me molestaba? Por el contrario la sola idea me excitaba.

El líquido traslúcido fue esparcido sobre la piel del hombre atado - Buen chico - Escuché decir a Jimin y mi garganta se secó.

Los dedos de el sensual rubio acariciaban con ahínco los pezones del chico provocando que leves jadeos salieran de su boca.

-Amo - Gimió el hombre cuando la mano de Jimin sobó su erecto pene.

-Dime lo que quieres cariño.

Hay estaba otra vez ese tono bajo que hacía temblar mi pene.

-Amo no e sido un buen chico.

¿He?

-Entiendo - Contestó Jimin sin despegar sus ojos del cuerpo del hombre, en un rápido movimiento casi imperceptible sus ojos volvieron a los míos y exclamó - Entonces necesitas un castigo.

Escuché a mi lado un jadeo bajo de alguna de las personas que estaban a mi alrededor, quería voltear y mirar quien provocó ese sonido pero las palabras de Jimin se repetían una y mil veces en mi cabeza como una canción sin fin.

"Mírame"

El sonido del cuero impactando con la piel provocó que mi cuerpo diera un pequeño salto en su lugar, el chico que permanecía atado gritó en un gemido provocando que una leve sonrisa ladeada se dibujara en el rostro de Jimin. Quiero que sonría así por mí.

Otro golpe fue proporcionado en los fuertes muslos del hombre, gracias a mi posición podía ver como su piel iba tornándose levemente roja mientras sus gemidos empezaban a aumentar de intensidad.

¿Se sentirá bien?

Mis ojos se desviaron un segundo viendo el pene completamente erecto del chico, al parecer se sentía muy bien, otro azote fue dado y otro gemido fue escuchado ocasionando que largas corrientes eléctricas surcaran por mi espina dorsal.

-Amo - Gimió.

-¿Vas a ser un buen chico?

-Si mi amo.

Y no sé porqué mierda esas pequeñas frases ponían tan erecto mi pene, mierda, mi mente estaba completamente perdida en la imagen delante de mis ojos y por primera vez me di cuenta que deseaba ser ese hombre, estar a merced de Jimin, joder, tal vez a la final si quería ser su mascota.

Vi a Jimin volver a caminar hacia el maletín y sacar lo que al parecer era un anillo, sonrió ladeado mientras sus dedos deslizaban el objeto por el pene erecto del chico, mordí mi labio inferior ¿Cómo se sentirá que esos dedos recorran tu piel?

No se necesita ser un genio ni haber visto demasiado porno para interpretar lo que mis ojos veían, el hombre estaba completamente sobre estimulado, Jimin se encargada de sobar sus pezones y golpear su piel mientras que el anillo oprimía la base de su pene privándolo completamente del orgasmo.

Los ojos azules de Jimin se posaron nuevamente en los míos mientras masajeaba con ímpetu el miembro del chico.

-Amo.

Sin despegar sus ojos de los míos Jimin respondió - Dime que es lo que quieres... Nunca te negaría nada.

Parpadeé un par de veces sintiendo la necesidad de tocarme recorrer mi cuerpo.

-Déjeme correrme - Jadeé - Por favor.

Vi la sonrisa de Jimin engrandecerse por unos minutos mientras se paraba al frente del sobre-estimulado cuerpo sudado atado a la cruz, deslizó sus dedos por el anillo que contenía el falo erecto del hombre retirándolo por completo.

Cruzó su mirada con la mía, el brillo de sus ojos no se desvanecía al igual que esa maldita sonrisa sexy, mordió su labio inferior mientras su mano se posó sobre el pene del hombre y con esa voz que me ponía a su merced ordenó.

-Córrete.

Mi cuerpo simplemente reaccionó a él y a su orden dejando que mi semilla se regara por mi pene y ensuciara mi ropa interior.

Jamás en mi vida había sentido mi cuerpo tan caliente y excitado, joder, había tenido un orgasmo en seco, sin follar, sin tocarme ¿Qué mierda había pasado?

Las luces pronto se encendieron y las personas empezaron a abandonar el lugar, Jimin desató al hombre y éste se despidió con una sonrisa y una leve reverencia.

Yo sólo me quede allí parado sin poder procesar aún la intensidad de la situación por la que acababa de pasar, suspiré profundamente todavía siguiendo los movimientos de Jimin con mis atontados ojos.

A los pocos minutos el rubio llegó a mi lado, de un movimiento completamente brusco sin darme tiempo a reaccionar sostuvo mis manos con las suyas a cada lado de mi cabeza mientras una de sus piernas se posicionada en medio de las mías.

Se estiró un poco en mi dirección dejando que sus labios estuvieran casi rozando los míos.

-Buen chico - Sonrió - Te corriste como ordené - Mordió su labio inferior - Te mereces un premio.

Lo último que sentí fueron sus labios adueñándosen de los míos en un beso sin dudas, sin timidez, sin racionamiento, tan caliente y sensual como el mismo Jimin.

Rojo (Kookmin-Jikook) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora