LO QUE UN DIA ME HIZO FELIZ, SE HARÁ ETERNO

CAPITULO 10 - HERMANAS

Llegamos a Bariloche y fuimos a casa de mi papa. Tenía varios propósitos para este viaje, el primero hablar con Lujan y pasar tiempo con ella. Con todos los cambios que habíamos tenido este año apenas pasábamos tiempo juntas.

Mi padre nos tenía preparadas las habitaciones como la vez anterior, Marcos dormiría con Pablo y Lujan conmigo. Aproveche que estábamos desempacando las maletas para hablar con Lujan.

- ¿Podemos hablar un momento? – le pregunte sentándome en la cama

- Claro, ¿paso algo?- respondió Lujan sentándose a mi lado

- No nada. Solo que últimamente me noto alejada de vos... siento que me he centrado en el taller, en ayudar a Laura y a Guido y te he dejado a un lado. Lo siento si ha sido así.

- Yo también estoy a la mía, me paso el día con Marcos, y si no entrenando con el equipo de futbol.

- Y con Mía, también pasas mucho tiempo con Mía.- me salió lo celosa

- Bueno sí, vivimos en la misma casa y nuestros novios son muy amigos.- se justifico

- Ya... pero a vos siempre te calló mal y ahora parecen súper amigas.

- Marizza... ¿Vos estas celosa?

- ¡Pues claro que no!... bueno... puede... pero un poco nada más.

- ¡Pero que boluda que sos! Me llevo bien con ella al igual que vos, porque empecé a tratarla en casa y cuando salimos con Marcos y Manuel y me parece buena mina, pero eso no cambia el hecho de que vos sos mi mejor amiga.

- Es que cuando mi vieja y Franco te adoptaron pues yo me imagine a las dos siendo las mejores hermanas del mundo, nunca pensé que ese papel lo ocuparía Mía...

- Ella también es mi hermana. Las tres somos hermanas, pero además de eso vos sos mi mejor amiga.- se acercó y me abrazo apoyando mi cabeza en su hombro.- Anda tarada, deja de ser una celosa que vos no te vas a librar de mí.

- ¿Pero cómo quieres que no tenga celos si hasta salen con los novios juntitas mientras yo me quedo en la casa?

- Pero eso es porque Manuel y Marcos se llevan muy bien. Pero ahora que estamos aquí puede que Pablo y Marcos mejoren su amistad.

- Eso espero.- respondí poniendo voz triste

- Dale, vamos a terminar que nos están esperando.

Pasamos el día recorriendo la ciudad, pude disfrutar del tiempo con Lujan y era como antes. Había conseguido mi primer propósito, pero antes de pasar al segundo tenía algo pendiente.

Por la noche mi padre se fue a trabajar y nos dejó solos en el departamento, estuvimos comiendo algo y viendo una película. Cuando recogimos los platos de la comida, Lujan me propuso cambiar la habitación con Pablo durante un par de horas para poder pasar tiempo con Marcos, acepte porque quería estar con Pablo a solas y así poder hablar con él.

- ¡Dios mío Pablo! Ha sido increíble.- dije acostándome a su lado

- ¿Crees que nos habrán oído?- me pregunto preocupado mientras tapaba nuestros cuerpos desnudos con una sabana

- No lo creo... en esa habitación ha pasado lo mismo que en esta... y si nosotros no escuchamos...

- Sienta bien hacerlo en una cama. ¿Verdad?- pregunto mientras me daba un beso en los labios

- Bueno la lavandería del albergue de Pinamar tuvo su punto.- ambos reímos al recordarlo.- Amor, ¿puedo pedirte una cosa?

- Lo que quieras, aunque si quieres repetir tenemos que esperar unos diez minutos- respondió con picardía