Me preparaba para mi cita con Diego, no es que me hiciera una gran ilusión, últimamente nada me lo hacía, pero me había prometido a mí misma que intentaría pasarlo lo mejor posible. Decidí vestirme con un jean ajustado, una remera blanca con una blusa vaquera abierta por encima y los tenis blancos.
- Pelo suelto.- dijo Lujan entrando en la habitación.- Y maquíllate un poco para ocultar la cara de cansada.
- Recuérdame porque accedí a esto.- respondí mientras cepillaba mi pelo que llegaba hasta mi hombro
- Por Luna y Nico. ¿Viste cómo se miraban en la fiesta?
- Si, siempre he creído que estaban hechos el uno para el otro. – Respondí terminando de pintarme los labios de rojo - ¿Y bien? ¿Me das tu aprobado?
- Si, ¡estas perfecta! – Respondió entusiasmada y sonó el timbre de la puerta.- Voy yo mientras terminas.
Me quede observando la foto de Pablo que seguía sobre la cómoda, después la caricatura con Rodrigo, que seguía sobre la cama, y pensé que lo mejor era no pensar tanto y dejarme llevar. Con esa actitud agarre mi bolso y salí de la habitación para encontrarme con Diego.
Para mi sorpresa le encontré bastante atractivo, aunque no llevaba más que unos jeans oscuros, remera y tenis de un blanco impecable, puede que fuera la cazadora del color del jean quien ayudase a ello, o quizá su cuerpo musculoso marcado bajo toda esa ropa.
- Antes de nada quiero avisarte que me pusieron de guardia esta noche, el doctor que la tenía se puso enfermo y me llamaron a ultima hora.- le dije cuando subimos a su elegante coche.
- Tranquila, es tu trabajo. Disfrutemos de la noche y si en algún momento te llaman no pasa nada, retomamos otro día donde lo dejemos. – respondió con una perfecta sonrisa
- De acuerdo. Vamos a cenar entonces.
Fuimos a cenar a un restaurante del centro, durante la cena nos estuvimos poniendo al día y recordando anécdotas de cuando íbamos al colegio. Cuando terminamos de cenar nos fuimos a la bolera. La noche estaba resultándome realmente divertida, Diego y yo siempre habíamos sido muy parecidos y se notaba que seguía siendo así.
A media partida mi teléfono comenzó a sonar, mire la pantalla y vi que era del hospital, me disculpe con Diego y conteste la llamada.
- Doctora Andrade ha entrado un joven de Urgencias, viene con el apéndice casi perforado.- dijo la enfermera al otro lado del teléfono
- De acuerdo, ir preparando el quirófano, llego en cinco minutos.- respondí colgando - Lo siento, tengo que irme. – le dije a Diego
- Vamos, te llevo. – respondió indicándome que saliéramos de la bolera
Diego me llevo al hospital, en el trayecto acordamos que nos veríamos otro día porque lo habíamos pasado realmente bien.
Entre al hospital, me puse la ropa adecuada y me dirigí al quirófano, al entrar todo estaba listo para la operación, el paciente ya estaba sedado sobre la mesa. Me acerque y coloque mis manos en su abdomen para palpar su apéndice, en cuanto mi mano rozo la piel de aquel chico una corriente recorrió mi cuerpo.
- ¡Ay!- exclame quitando mi mano.- Me dio corriente. Bien, vamos a comenzar. Bisturí.- dije indicando al enfermero que me pasase el instrumental.
Durante toda la operación me invadió una sensación de nostalgia y melancolía, la cita con Diego me había recordado mis días en el Elite Way, y todo lo que viví en sus pasillos. Invadida por mis recuerdos termine la operación con existo.
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LO QUE UN DIA ME HIZO FELIZ, SE HARÁ ETERNO
FanficNunca pensé que entrar en el Elite Way School me daría lo mejor que he tenido en mi vida, grandes amigos que siempre se quedaran en mi corazón, profesores que se convirtieron en familia, enemigas que se hicieron hermanas, un papa, una familia y lo m...