CAPITULO 62 - EL GEN

380 15 6
                                    

Este capítulo tiene partes para +18 quien decida leerlo es bajo su responsabilidad.

Nuestro encuentro con Sergio nos había dejado mal a los dos, a Pablo por razones obvias, y a mí porque por un momento había visto el gen Bustamante en Pablo. Ese gen autoritario que le hace mandar sobre todos, como si ellos fueran superiores y nosotros simples marionetas.

Los días siguientes fueron bastante raros, Pablo y yo apenas hablábamos, no es que estuviésemos enfadados ni nada de eso, simplemente debíamos de asimilar lo que paso en el parque.

- ¿Podemos hablar?- me pregunto Pablo una tarde cuando regreso del trabajo

- Claro. ¿De qué quieres hablar?

- ¿Qué nos está pasando?

- No lo sé.- respondí con sinceridad. – Pero desde que vimos a tu viejo algo ha cambiado.

- ¿El que ha cambiado?

- La forma en la que te veo. Eso ha cambiado.- le respondí y me miro sorprendido.- Me recordó que eres un Bustamante. Vi la sombra de tu padre reflejada en vos.

- No Marizza, otra vez no, por favor. Mi amor yo no soy él, no dejes que otra vez nos separe.

- Impusiste tus normas sin tan siquiera dejarme opinar.- le dije con tristeza

- No, no fue así.

- Si, si fue así. Has impuesto tu voluntad sin consultarme. Algo típico de un Bustamante. ¿Por qué no me preguntaste si yo quería seguir en contacto con él? – Empecé a llorar bajo su mirada de asombro.- Tu viejo siempre trato así a tu mama y a vos. Y ahora vos me lo haces a mí. Me tratas como un florero. Y no es tu culpa. Es culpa del gen Bustamante y me asusta pensar que nuestro bebé también lo tenga y...

- Amor, basta.- Me interrumpió Pablo sujetándome por los hombros para mirarme a la cara.- Yo no tengo ningún gen raro. Lo hice para alejarle de vos, para protegeros a vos y al bebé, nada más. Entiende que solo quiero manteneros a salvo.

- ¿Y qué hay de lo que yo quiero?- le grite.- ¿Te has parado a pensar en lo que yo pienso de todo esto?- Pude ver la frustración en sus ojos.- Yo no necesito que me protejas. Sabes muy bien que puedo hacerlo sola. Lo que necesito es que me tengas en cuenta. Que tomemos las decisiones los dos juntos. Te lo he dicho mil veces, pero parece que no me quieres escuchar.

- ¿Y vos me escuchas a mí? Te he dicho que lo hice para protegeros. Es lo que he intentado hacer siempre, protegerte de mi viejo. Claro que te tengo en cuenta, por eso acepte quedar con él. Hago lo que vos quieres para que no te pongas mal, pero parece que todo lo que hago te molesta.- se rasco la frente.- La doctora dijo que tenías que estar tranquila y eso es lo que pretendo, hacer que estés tranquila.

- Pero...

- ¡No hay peros! ¡Entiéndelo de una vez!- me interrumpió y no pude responderle porque en el fondo sabía que tenía razón y que solo lo hacía por mí y por el bebé.- Te amo, me amas. Hemos pasado por un infierno y ahora tenemos que pensar en alguien más. ¿Tan difícil resulta entenderlo? El bebé es importante para los dos, ¿o acaso para vos no lo es?

Asentí. Lujan entro por la puerta e interrumpió nuestra conversación.

Sabía que en el fondo, Pablo tenía razón. Le estaba echando en cara lo mismo que hacia yo, pero últimamente sentía que mi mundo se había desmoronado. Probablemente todo era fruto de las hormonas de embarazada, peor no podía evitar pensar que desde que Pablo volvió a mi vida, todo había cambiado. Probablemente se debía a que mis amigos habían seguido con su vida normal, Manuel con la gira, Mía con su retiro, Lujan y Guido dedicados a su relación y a su trabajo, Luna en Seattle con Rodrigo, Pilar y Tomi recuperando el tiempo perdido, y Felicitas dedicada a sus hijos.

LO QUE UN DIA ME HIZO FELIZ, SE HARÁ ETERNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora