06⚘

152 19 1
                                    

Pasaron seis meses y me dijiste adiós, fue un placer coincidir en esta vida. Ahí me quedé en una mano el corazón y en la otra excusas que ni tú entendías.〞

  La castaña jamás supo de todos los problemas que Ryujin acarreaba sobre su espalda. La peliazul siempre había tenido el afán de parecer fuerte, casi invencible. Todos sus interiores eran un caos y sus días un constante sufrimiento que no compartía con nadie. Yeji nunca entendería los porqué que no le ofrecía. 

  El día de decirle adiós fue uno de los más dolorosos para ambas, no cabía duda. Habían llegado a la decisión de continuar su relación a distancia en conjunto porque creían que su amor era más fuerte. Realmente lo fue, porque perduró a pesar del tiempo, se seguían amando como las adolescentes que eran. La voluntad fue lo que las mató. Sabían que la distancia era difícil, nunca pensó que les pasaría a ellas. 

  Sólo podían ver como su relación se desvanecía poco a poco, las conversaciones cada vez más cortas, el contenido en ellas marchitándose con cosas superficiales. Todo lo contrario a su amor floreciente. A pesar de que sus sentimientos seguían siendo los mismos, no tener a la otra al lado es algo que ninguna pudo ignorar. 

  Ryujin fue quien decidió ponerle punto final cuando sintió la situación como insostenible, no podía seguir soportando ver como un párrafo se volvió un llano hola. Ambas lloraron, las lágrimas empaparon la pantalla de sus celulares. Las dos acordaron que era lo mejor, arrancaron sus corazones y lo llevaron en sus manos, mostrándole a la otra una vulnerabilidad que no habían visto y las hizo enamorarse aún más. 

  Su remedio fue su enfermedad. 

  Yeji jamás pudo comprender lo que Ryujin le decía. Sus excusas para dejarla habían sido tan malas como las que utilizó para irse. Intentó convencerla de quedarse, prometió que mejoraría y daría lo mejor de ella. Pero eso para la peliazul no era suficiente. 

  Ryujin sabía que estando juntas se hacían daño, y estando separadas también. Creyó que con el tiempo la herida sanaría y el amor que sentían se apaciguaría un poco, quería que Yeji sea libre de elegir a quién amar. Esperaba que esa persona fuera ella una vez que regresara, pero no se esperó que hubiese alguien más en ese lugar. Era una de las cosas que quería, que la castaña encontrara la felicidad incluso si no era con ella, pero eso no significaba que no le dolería. Ella, aunque permanecía ignorante la mayor parte del tiempo, también moría cuando sus ojitos marrones ya no la miraban de la misma manera. 

  Vencida, Yeji aceptó lo que se le pedía. La dejó libre con todos los sentimientos que por ella tenía, se llevó una parte de su corazón que aún sostenía entre sus brazos. Se preguntó cuando se lo devolvería o si ese trozo seguía siendo suyo, quizás nunca le perteneció. 

  Se encontró sintiéndose como antes, cuando su vida era un desastre entre cartas y flores, tenía una extraña amargura instalada en el pecho, la culpabilidad de un engaño y la de ser feliz. 

  La castaña sabía que no había forma de terminar con aquello sin lastimar a alguien y el peso de la decisión, siempre había sido suyo. Dos personas completamente distintas, increíblemente dulces a su manera. El viejo amor, el que la hacía sentir viva y alborotada, que despertaba todas sus sensaciones. El amor de otoño, cuando el caer de las hojas es extrañamente placentero a pesar de tratarse de las plantas secándose, ese golpe de aire fresco que se acompaña con un enérgico café para mantener calentitas las manos que lo rodean. El nuevo amor, el amor que la hacía sentir tranquila, sus adentros jamás perdían la calma, todo permanecía en equilibrio. El amor de verano, cálido y abrasador, al que acompañas con un helado o una gaseosa fría para entrar en la sintonía del clima, un amor dónde todo es brillante y todo alrededor es vivo y latente, palpable. 

  Entonces, Yeji volvió a encontrarse parada en el mismo punto del inicio de su recorrido sin fin. Todo revolvía alrededor de una pregunta fundamental sin respuesta. 

  ¿Sería Ryujin o Lía? 

𝙍𝙤𝙨𝙖𝙨⚘ - RyejiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora