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Y es que empiezo a pensar, que el amor verdadero es tan sólo el primero y es que empiezo a sospechar, que los demás son sólo para olvidar. 〞

  La castaña no podía creerlo, justo frente a sus ojos se encontraba de pie Ryujin, una sonrisa que enseñaba sus hoyuelos que parecían bigotes decorando su cara mientras que sostenía un adorable ramo de unas extrañamente familiares flores amarillas era sostenido por sus pequeñas manos. Después de toda esa espera, todo ese dolor, ella había vuelto a ella. Ciertamente no sabía como reaccionar, ese mismo escenario había sido  reproducido en su cabeza miles de veces y finalmente estaba pasando, pero todo lo que podía hacer era mirar. 

  La miraba como si quisiese detener el tiempo y guardar cada detalle en su memoria. 

—Sé que has anhelado este momento tanto como yo lo he hecho. —Le dijo después de un largo, silencioso momento. —Lamento que me haya tomado demasiado tiempo el venir aquí hacia ti, estaba resolviendo todos mis problemas. 

  La castaña abrió su boca para hablar pero ninguna palabra salió de ella, sus sentimientos se atascaron dentro de ella como había sucedido años atrás. 

—Lo hice. —Continuó la peliazul cuando notó que su amante estaba presa de palabras. —Todo está bien ahora, nadie intentará interponerse en nuestra relación, ni siquiera la universidad. Voy con todo Yeji, lo digo en serio. 

—¿A qué te refieres?—Fue lo primero que la chica de ojos gatunos pudo decir. 

 —Que estoy aquí, no me iré a ningún lado. —La más bajita tomó la mano de la otra,  sus ojos estaban brillando con sinceridad. —Ya no más.

  La castaña pudo sentir su honestidad a través de las palabras pero no podía hacer que ella misma las creyera. 

—Ya has dicho eso antes. —Lo susurró como si estuviese dejando ir su enojo, sólo la tristeza que guardó todos esos años era lo que quedaba. 

—Sé lo que hice. —Le respondió tan calma que provocó molestia en la mayor. —Pero tengo mis prioridades en claro y también mis padres lo saben. No les gustaron mis decisiones pero son eso, mías. Incluso si no los hacen felices, a mí sí. Prefiero ser la decepción más grande que ser miserable sin ti, estoy harta. —Concluyó. —Por eso es que me uniré a jyp contigo, ahora es mi turno de esperar y seguirte. 

  A Yeji le hubiese gustado ser mejor, ser más fuerte pero no pudo. Se rindió. Se tiró a los brazos de la de menor estatura mientras lloraba desconsoladamente, estrujándola tan fuerte como había deseado hacerlo todos los años que estuvieron separadas. 

  La peliazul era una persona mucho más calma, menos emocional pero también envolvió sus brazos alrededor de la figura esbelta de Yeji, extrañando su calidez y proximidad mientras sentía lágrimas saladas mojar la remera que traía puesta. Ambas necesitaban ese abrazo así como también ambas sintieron sus heridas abiertas arder un poco menos, sus corazones amando un poco más. La castaña estaba cansada de intentar o ser fuerte, estaba agradecida de poder sentirse un poco frágil, siempre podía sentirse de esa manera si era Ryujin quién estaba a su lado. 

—Al fin. —La más alta murmuró sobre el hombro de la peliazul con una voz gangosa después de un poco de llanto. Sintió las vibraciones provenientes de Ryujin mientras la otra reía entre-dientes. 

—Lo sé, te dije que me tomaría el tiempo suficiente. —Le repitió con humor y tomando a la otra por los hombros para alejarla de su cuerpo, quería tenerla frente a frente. —Te amo. 

  Ryujin posó su mano sobre la mejilla de Yeji y la susodicha se inclinó hacia el tacto lleno de amor que la otra le brindaba. La menor limpió las lágrimas restantes y rozó aquellos labios rosados que tanto extrañaba con su dedo  pulgar. No necesitaba que Yeji reciprocara su confesión, tan solo necesitaba demostrarle todo el amor y afecto que sentía y se había guardado durante tanto tiempo y entonces, la besó.  

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⏰ Última actualización: Feb 02, 2023 ⏰

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𝙍𝙤𝙨𝙖𝙨⚘ - RyejiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora