Ardientes Noches De Zafiro 💙Dabi x ti. Touya Todoroki.

Todo Se Empieza A Agitar.

-fue difícil, pero logramos inhibir todo el veneno, unos minutos más y hubiera invadido todo su cuerpo- decía el doctor.

-gracias doc, no sabe cómo me alivia eso-Hawks llevaba de la mano a Tetsuya, se comía un dona con leche de chocolate.
En la otra mano tenía a su versión pequeña, se aferraba a su peluche de Endeavor y comía un sandwich de pollo con un juguito de manzana.
Por otro lado estaba la versión niña de ese villano desconocido, un poco más desconfiada, comiendo un sándwich de jamón con un jugo de naranja.

-no se preocupen niños, ella estará bien, se curará pronto- sonrió preocupado.

Hawks decidió avisar a tus padres, por ello terminó tu registro con la enfermera para que supieran todo lo necesario dejando a Tetsuya, mini keigo y a mini Dabi fuera de tu habitación.
Después de unos minutos rellenando los formatos llego de nuevo a la habitación y al llamarlos el único que no atendió fue Tetsuya.

-niños, ¿y el hermano de su madre donde esta?-

C/hawks: se fue, dijo que le dolía la cabeza.

C/Dabi: te fue a buscar *señala la izquierda*

"" Mierda... A donde fue"" - niños quédense con su madre, no tardó- corrío esparciendo sus plumas para buscarlo.

Las plumas de Hawks se mueven por cada pasillo y cada habitación, incluso las de acceso restringido, pero no encontraba rastro de Tetsuya y eso lo puso nervioso.
-¡demonios Tetsuya dónde estás!-

Una de sus alas detectó un sonido, este era una voz, la de una mujer que había intentado detener a un niño un poco hostil, por más que le insistieron el no se dejó tocar, así que era seguro. Tetsuya había salido del hospital.
Así qué Hawks salió en vuelo para buscar a tu hermano, le iba ser muy difícil ya que era alguien pequeño y de por sí ya estaba agotado.

(...)

En una calle poco concurrida, un pequeño niño de no más de 9 años se encontraba agonizando con cada paso que daba, era seguro, su habilidad estaba por provocarle un ataque, el pobre no podía controlar la manifestación, sus oídos zumbaban y su cabeza dolía, entonces apretaba los dientes y con sus manos presionaba la cabeza, ni siquiera podía respirar correctamente debido a lo aturdido que estaba, quería que se detuviera, le daba mucho pavor su enfermedad, deseaba con todas sus fuerzas deshacerse de ese don, o simplemente no haber nacido con él, sin sus medicamentos era una tortura constante.
Desorientado, se fue perdiendo más y más a esos barrio de mala muerte que no tenían piedad ni siquiera de los niños. Indefenso y a merced de las miradas de indiferencia y maldad, cayó de costado en el suelo entre llantos de desesperación y dolor, y así las copias malignas salieron sin control una tras otra, una y otra vez, más y más, tres, cuatro y todas parecían pequeños demonios con ojos negros y piel blanca, dientes podridos y afilados que rugian como bestias.
Este alboroto provocó que los habitantes del vecindario lo vieran con miedo y corrieran, así mismo los delincuentes que estaban presentes lo vieron como amenaza y con dificultad se defendían de cada pequeña bestia, con la intención de acercarse a Tetsuya y matarlo para acabar con la amenaza.
Estas copias se deshacían en unos segundos pero seguian saliendo lo que estaba agotando de sobre manera al niño al punto de que empezó a escupir sangre, su nariz y oídos también empezaron a sangrar y su piel se empezó a irritar.
Cuando en seguida la agitada manifestación paro de la nada, algo había llamado la atención de Tetsuya... Un pedazo de tela en la cabeza.... - ¿eh?... ¿Que es eso?- cuando levanto la vista....