Estaba haciendo el rídiculo. Rápido limpie las lágrimas de mis mejillas y meciedo la cabeza de un lado a otro y sonriendo lo más falso que pude, lo miré....
—¿Quién es Frank, _________? —preguntó nuevamente ahora esperando una respuesta, suspire agachando la cabeza, no quería responder, a algo que ni siquiera yo sabía.
—No lo sé —musité, mi voz salió ahoraga. El suspiro apartando su mano de la mía, cansado de la *beep* respuesta que le daba a cada rato.
—Te pusiste como loca recién y gritabas su nombre a cada rato ¿quién es él?
—Él me tocaba, le pegaba a mi madre, pero no se quien mierda es.
Para cuando James iba a responder, su secretaria, Susanne, entro a la oficina avisándole que una paciente la esperaba desde hace rato, afuera. Sequé bien las lágrimas de mis mejillas y viéndome en el pequeño espejo de mi cartera, retoque el maquillaje escondiendo cualquier rastro de lágrimas de mi cara.
—Nos vemos nuevamente el lunes, _______, necesito que aunque sea doloroso, recuerdes quien es Frank —asentí silenciosamente tomando el pomo de la puerta y encontrándome con la sonrisa de Sara tras ésta.
Ella se mantuvo silenciosa todo el camino, ofreció pasar a tomar un café. Había tomado la tan ansiada siesta y quería seguir haciéndolo, pero con sueño, no podía seguir conduciendo.
—¿Qué sucedió, en la consulta? —negué jugando con la etiqueta del vaso, ella suspiro tomándome de la mano.
—Tengo una fobia llamada Afenfosfobia.
—¿Eso que significa? —egunto tomando un largo sorbo de café.
—Miedo a ser tocada. James cree que fui violada.
La cara de Sara se transformo, el café salió disparado de su boca, callendo como pequeñas gotas en la mesa blanca. Sus ojos demostraron miedo y puedo suponer que dejo de respirar por un segundo.
—¿Recordaste alguna cosa? —pregunto con temor, un notable temor. Negue con la cabeza confundida, ella sabía algo que yo no— ¿nada?
—No, nada, solo... que alguien me tocaba, pero no sé quién, solo recorde su nombre.
—¿Qué nombre?
—Frank —dije segura, la escuche suspirar fuertemente mientras se pasaba una mano por el cabello quitándolo de su cara.
—¿Segura que no recordaste nada más?
—No, Sara, nada más ¿hay algo que debes decirme?
—No —respondió rápido— ¿qué tal si ya nos vamos? Creo que ya puedo conducir.
En menos de diez segundo, sara se encontraba lista para salir del establecimiendo de café. La seguí a paso lento. Mirando de vez en cuando sus reacciones. Suspiraba nerviosa, apretaba fuertemente el manubrio y pude ver sudor en su frente.
—Sara —la llame, ella jadeo, echándome una rápida mirada— ¿estás bien?
—Si, bueno, tengo dolor de estómago, creo que vodka y café no hacen una buena combinación —respondió con su voz de "no, nada esta bien".
Decidí ignorar su tono, cerrando los ojos y pasando esas ráfagas de recuerdos que me hacian estremecer. Al llegar, se estaciono en frente despidiéndose de mí tan rápido que me extraño, gritandome que me llamaría luego.
Como no tenía nada mejor que hacer, abría el libro "Sexo para dummies" en la sección de "Como tener relaciones para procrear". Bajando el libro a mis piernas, respiré recostando mi cabeza en la cabezera del sillón, pregúntandome a mi misma, si alguna vez podría tener hijos, o simplemente, perder la virginidad antes de pasar a otra etapa, aunque, a este paso, era un enigma.
ESTÁS LEYENDO
Virgen A Los 25 (James Maslow y Tu) ADAPTADA
RomanceSu mala experiencia sexual le hace tomar medidas desesperadas: pedirle consejos a su mejor amiga quien le recomienda visitar a un famoso sexólogo llamado James Maslow. Él realmente interesado por el problema de _____, decide ayudarla, dándole cons...