𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 Tres: Cena.

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Una extraña nota apareció debajo de su puerta en la que le invitaban a una cena. Era extraño, normalmente le dejaban la comida afuera después de tocar su puerta.

Había pasado ya dos semanas, el tiempo pasó demasiado rápido cuando tenía que ir a hacer su trabajo (para su propia suerte estaba haciéndolo solo) y claro, como era de esperarse; era noticia. La última misión fue dejar un mensaje en el banco nacional de Seúl con su ahora característica máscara de ardilla; por alguna extraña razón se sentía demasiado cómoda con ella.

No se había encontrado con más habitantes en el sitio, normalmente estaban todos en un sitio en específico y él solo llegaba a encerrarse a su habitación; luego de enviar su reporte, terminaba por dormir o cenar, se mantenía ocupado todo el día.

—Hmm, ¿y ahora qué es lo que querrán? —murmura Hoseok para sí mismo leyendo las instrucciones de aquella nota.

Realmente odiaba seguir órdenes, pero no tenía de otra, además, le agradaba perder el tiempo haciendo cosas que él le gustaba hacer; bueno alguna parte de él.

—Soy Hoseok, soy Hoseok —habla consigo mismo mirándose al espejo, mirando sus rasgos, temiendo a ver alguno de sus otros yo y no ser él mismo.

Pero la realidad es que todos son yo, y ninguno de ellos soy yo. Suspira frotando su rostro cuando termina de afeitarse.

Sale de la ducha y toma su ropa interior para vestirse, delante de su cama se encontraba tres outfits. ¿Cuál será el adecuado-? Ugh. No ahora.

—Que fastidio —rueda los ojos para tomar su sudadera negra, pantalón oscuro y tenis blancos, le dedica una mirada fulminante a su reflejo para sonreír como desquiciado —. Quizá pueda quemar algo ésta noche —lame su labio inferior para ponerse su gorro negro completando su vestimenta y salir de la habitación.

De su bolsillo sacó su daga de plata, el mango era decorado por un símbolo de protección; un pentagrama rojo, y el filo tenía un grabado en latín. Era su favorita, la había conseguido en una gran apuesta, y le había salvado de tantas muertes.

—Quizá pueda saciar mis nervios con algo de sangre —jala su propia mejilla para pasar la punta de la daga por las paredes, caminando con tranquilidad hacia el lugar indicado —. O fuego —tantea en su bolsillo su encendedor, que fue el reemplazo de su daga; manteniéndola oculta.

Comienza a encender el mechero mientras gira aquel bonito objeto morado entre sus manos, apagando y encendiendo.

—Espero que no planees quemar mi comedor con eso —una voz detrás suya habló suavemente. Los ojos apagados de Jack le observan sin emoción alguna —. Me alegra que hayas aceptado la invitación.

—No tenía opción —se encoge de hombros, pone sus manos en los bolsillos, aburrido.

Detrás de él se encontraban más personas. Los reconoció al instante.

— ¿Ya vamos a comer Boss? Me muero de hambre —se queja el chico de cabellos azules quien abrazaba a otro chico.

—Ugh Bear pesas mucho —el sujeto intentaba quitarlo de encima entre maldiciones bajas.

—Vamos al comedor —interrumpe el mayor, dos sujetos les abren las puertas; tenían la máscara de un zorro y un cerdo —. Por favor, pueden tomar asiento; hablaremos después de cenar.

Todos hicieron caso a la petición del gran jefe, incluído Jack, quien se sienta subiendo su pierna arriba derecha en la acolchonada silla y poner su mentón en la rodilla; observando fijamente a los demás a través de sus máscaras, él era el único que no la tenía puesta.

Blood Sweat and Tears //Hoseok X BTS//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora