Jung Hoseok o como muchos lo conocen "𝕵𝖆𝖈𝖐 𝖎𝖓 𝖙𝖍𝖊 𝖇𝖔𝖝" un Vandalista buscado por todo Seúl por sus increíbles hazañas.
Un día es acorralado por la policía, parecía todo perdido si no hubiera aparecido la mafia "ɖɨǟʍօռɖ ʀɛɖ".
¿Qué suceder...
El agente ChangBin suelta un suspiro, llamando la atención de sus compañeros, algunos le vieron con curiosidad.
- ¿Estás a cargo del caso de 𝕵𝖆𝖈𝖐 𝖎𝖓 𝖙𝖍𝖊 𝖇𝖔𝖝? -pregunta I.N.
-Esto es una tontería. No hay nada sobre él, desde hace más de seis años ningún policía a podido dar con éste pandillero -responde realmente estresado -, me dan trabajos difíciles en mi primer día.
- ¿Difícil? A todos pusieron a cargo de esta investigación. Tenemos que investigar qué diablos quiere la mafia con él -Félix acomoda su largo cabello rubio en una coleta -, quizá nuestros superiores nos puedan ayudar.
-El equipo de Suho se deshizo al no poder cumplir con las espectativas -le reprime Han, dando a entender que estaban solos en esto -, ¿qué podemos hacer?
-Chan ya se puso en el operativo que habíamos acordado -todos tragan en seco, temiendo por su amigo -: infiltración -Hyujin suspira, tratando de calmarse -, vamos a desearle suerte en su primer día en poner su vida en peligro.
-Nos iremos infiltrando uno por uno -recordó en voz baja Seungmin, tenso -, solo esperemos salir vivos de esto.
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Hoseok se miraba al espejo detenidamente. Había tomado sus medicamentos hace unas horas y se sentía bastante calmado y bien; no perdería el control. No lo dejaría salir a él.
-Squirrel -la voz del chico del día anterior llamaba detrás de la puerta. Era de madrugada, aun no había amanecido -. Es hora.
Se acercó a su mochila para guardar todos sus juguetes y caminar a la puerta con tranquilidad, sus ropas estaban limpias, se sentía limpio, se sentía normal.
Se miró por última vez al espejo, acomodando sus cabellos rojizos.
¿Por qué cuando había decidido por fin vivir una vida monótona había terminado en éste lugar? ¿Será que estoy condenado a esta mierda?
Abrió la puerta encontrándose con los ojos del chico quien a primera vista; se veía tierno, podía jurar que parecía un modelo por sus facciones delicadas.
-Estoy aquí -habla con una sonrisa, el chico delante de él frunce el ceño.
-Quita esa sonrisa falsa y vámonos -se da la vuelta con mirada frívola para caminar por el largo pasillo.
Hobi le siguió. No había borrado su sonrisa de corazón mientras caminaba detrás de él, cantando una canción en su cabeza. Las pastillas estaban haciendo efecto en él, se sentía tan liviano, relajado y feliz.
Ahora mismo no era 𝕵𝖆𝖈𝖐 𝖎𝖓 𝖙𝖍𝖊 𝖇𝖔𝖝, era Hobi.
Habían pasado unos minutos de silencio, ninguno de los dos tenía pensado iniciar la conversación, cada uno metido en su mundo. Jimin solo podía estar fastidiado de haberse levantado tan temprano y de paso tener que llevar compañía, normalmente (siempre hacia las cosas solo) así que estaba incómodo con la presencia del sujeto.
