𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨: 𝐏𝐞𝐫𝐫𝐨𝐬 𝐍𝐞𝐠𝐫𝐨𝐬.

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Había pasado una media hora cuando Bear aparca la camioneta en un vecindario abandonado; ya habían algunas camionetas delante de ellos con las luces prendidas.

—Solo por precaución —toma un arma para esconderlo entre sus pantalones y le da una a Hoseok —. Si es mucho para ti, puedes correr al auto —le sonríe a través de la máscara.

Hoseok rueda los ojos.

—Como sea.

—Vamos —interrumpe Bear saliendo del auto.

Los tres se dirigen con precaución a la fila de autos, sentado en el cofre de una camioneta sin placas; un hombre fumaba un cigarrillo mientras les observaba con ojo crítico.

—Hm. Parece que Kim me mandó a niños ésta vez —escupe a un lado, rascando su barba color ceniza —. ¿Acaso se está burlando?

—Buenas noches, señor Lee —muestra la gran maleta con muchos fajos de billetes —, hagamos esto rápido.

—Ja —sonríe de lado con voz ronca —, ¿crees que me confiaré de ustedes, estúpido? —saca su celular —. Me encargaré de que tu jefe me las pague por esto —marca un número con molestia, al otro lado una voz suave atendió —. ¿Qué es esto? ¿Dónde está el otro hombre que siempre viene? ¿¡Acaso esto es una puta broma!? —su mandíbula temblaba de rabia —. ¡Es un chiquillo! —fulmina con la mirada a Jungkook quién no se inmuta —. Tráeme al otro ahora mismo, no haré negocios con un niño.

Todo se quedó en silencio. SeokJin dialogaba con él. El señor Lee estaba tenso.

Bufa, con molestia y a regañadientes hace una seña para que sus hombres bajen la droga.

—Fue un placer hacer negocios con usted, señor Lee —el sujeto aprieta sus labios, un tic en el ojo se hace presente —. La próxima entrega dentro de un mes. Sin retrasos.

—Como sea —prende otro cigarrillo —, es mejor que tengan cuidado. La pandilla de los Perros Negros anda buscando qué tomar —les advierte para subir a su auto.

—Gracias por ello —hace una reverencia Bunny para igual subir a la camioneta junto a los otros tres.

Cada uno tomó su camino, en el trayecto Bear venía serio, observando a su alrededor. Había un ambiente tenso, Hoseok podía sentirlo y también estaba alerta.

—Acelera un poco, parece que los sabuesos ya nos olfatearon —se queja Bear quitando el seguro de su arma y bajando el vidrio de la ventana.

Hoseok sonríe en grande también con el arma y mirando hacia atrás donde varios autos sin luces le seguían de cerca.

—Y creí que podría dormir temprano hoy —se queja por lo bajo Bunny acelerando.

Los primeros disparos sonaron contra los vidrios polarizados, Bear casi rugió al escuchar como estaban mallugando su camioneta.

—Maldita sea —se asoma por la ventana para sacar la pistola y comenzar a disparar a los vidrios delanteros.

—Agradezco que venga el asesino conmigo —se ríe entre dientes Bunny al ver por el retrovisor como algunos autos se iban desviando; les había dado a algunos —, ¿qué puedes hacer contra eso-?

Jack abrió la ventana de arriba con una gran sonrisa de oreja a oreja entre risas; se escucharon sus huesos crujir cuando lanzó la primera granada a los autos que no tardaron en estallar.

Los dos chicos miraban sorprendidos al sujeto quien tiraba granadas y disparaba con una risa que les heló la sangre.

—Mi arte —ladea su cabeza viendo las llamas saliendo por todas partes; por suerte estaban por un lugar bastante retirado, lleno de casas con escombros.

Blood Sweat and Tears //Hoseok X BTS//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora