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LA CLASE E TENÍA DEMASIADAS PREGUNTAS, pero pocas respuestas sobre la persona que era Aisuru Sunpo. Cada vez que una puerta se abría, descubrían que habían más puertas cerradas.
La joven de cabellos teñidos, Aisuru, era huérfana. ¿Pero por qué?
La mayoría de los alumnos querían correr y exigirle respuestas, lo cual por supuesto no hicieron. Tenían el suficiente sentido común para no hacerle eso, no lograban comprender que le había sucedido pero estaban seguros que no merecía lidiar con la intensa curiosidad de su clase. Y aunque ellos no necesitaban que nadie se los dijera, Koro-sensei se los recordó en la siguiente hora a la que Aisuru había decidido no participar.
A la clase E le iba a ser difícil, pero si le tenían un mínimo de respeto a su compañera tendrían que mantener la boca cerrada y actuar como si no hubiera pasado nada.
━ ¿Creéis que Aisuru volverá hoy a clases?━ Preguntó Nakamura con la mirada perdida en el patio.
━ Es difícil saberlo, se la veía bastante dolida━ respondió Nagisa mientras ordenaba sus cuadernos.
━ ¡Ugh! Debí haber ido con ella━ murmuró con frustración la rubia━, seguro necesita consuelo...
━ No creo que eso hubiera sido buena idea━ contradijo el de cabellos rojos en un tono despreocupado━. Ella sabe perfectamente que si necesita ayuda puede contar contigo, pero decidió irse sola. Lo más probable es que necesitara tiempo a solas para calmar su mente y asimilar que ahora todos sabemos que es huérfana.
Nakamura suspiró con agonía, no le gustaba pero comprendía que su amiga necesitaba estar sola. Ella estaba pasando por un dolor horripilante, uno que no podían imaginar y pese a que muchas veces requería de abrazos, muchas otras lo mejor para ella era estar en soledad y pensar. Aunque aquello no fuera lo más seguro de todo, pues sus pensamientos llegaban a ser muy autodestructivos en ocasiones.
━ Bien comencemos la siguiente lecc━ justo cuando el pulpo comenzó a hablar, la puerta de la clase se abrió con dureza, dejando paso a una cabizbaja Sunpo que entró en completo silencio━ ¡Oh, Aisuru-san qué bueno verte! Los apuntes de la clase anterior te los he dejado en la mesa para que puedas echarles un vistazo en casa, son bastante fáciles, ¡Incluso tienen mis bellos dibujos explicativos!
El mayor solo recibió un débil asentimiento de cabeza por parte de la adolescente, que se apresuró a llegar a su asiento sin atreverse a mirar nadie. Era consciente de que todos la estaban mirando, y no se sentía con la suficiente fuerza para ver las miradas de lástima. Ni siquiera la de su rubia amiga, que estaba teniendo una lucha interna por interrumpir o no al profesor para acercarse a ella. Finalmente Nakamura acabó por desistir a sus propios deseos para obligarse a volver su mirada al frente.
