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TODO ERA DEMASIADO PACÍFICO, tanto al punto de que Aisuru se puso nerviosa. Las cosas estaban yendo bien, toda la clase había logrado acceder a las escuelas que deseaban y Koro-sensei estaba muy orgulloso de ellos. Por no decir, que habían logrado ir al espacio y comprobar que solo había un 1% de posibilidades de que Koro-sensei explotara.
La clase E veía un futuro lleno de luz, después de tantos pesares que habían pasado, los esfuerzos que realizaron habían dado sus frutos. Aunque eso no significaba que se pudieran relajar con todo eso, por lo que las sesiones de estudio eran usuales.
El único problema, es que aquellas sesiones eran muy tranquilas. Incluso cuando Karma estaba sumado a esa ecuación. Todos saben que el pelirrojo era un liante, pero pese a ello, tenía ciertos momentos donde sacaba a relucir cierta tranquilidad; y eso era en los estudios. Concretamente, en los estudios en los que participaba Eri, esos momentos era donde el chico callaba todos sus comentarios sarcásticos y ayudaba a la menor con cualquier duda.
Karma no sé comparaba con Koro-sensei a la hora de enseñar, ni siquiera a Nagisa, pero era lo suficientemente listo para ayudar a la pequeña Eri. Y si alguien le preguntaba a Sunpo, la vista de esas escenas le llegaban al alma. Ver al chico de forma tan relajada y hogareña no era algo usual tomando en cuenta su personalidad, por lo que intentaba apreciar esos momentos. Aunque se le complicaba bastante, temiendo que algo fuera arruinarlo todo.
Aisuru estaba demasiado acostumbrada a eso, incluso antes de llegar a ese nuevo mundo.
Por eso, cuando su mirada pasó por la ventana y vio un enorme destello cubrir la noche, un escalofrío no tardó en recorrer su columna.
Su mirada se encontró con la de Karma, quién aquel destello no le había pasado desapercibido, y por ello, un ceño fruncido se dibujó en su cara. Por otro lado, Eri miró a ambos adolescentes con duda en los ojos, sin entender porqué se pusieron tan tensos. Y es que ni ellos lo sabían, pero su instinto les decía que no pasaba nada bueno.
Karma fue el primero en levantarse de la mesa para encender la televisión, ocasionando que el mal presentimiento tomara forma; pues en las noticias, lo único de lo que se hablaba era de Koro-sensei.
━ ¿Por qué dicen que nos tiene secuestrados?━ la voz de Aisuru tembló━ ¿Qué tonterías están diciendo?
━ Esto no es bueno━ suspiró con frustración el pelirrojo antes de dirugir su mirada a las dos chicas━. Será mejor comprobar que está pasando, aunque nos hagamos una idea.
Sunpo asintió levantándose sin ningún rastro de diversión.
━ ¿Qué hacemos con Eri? No podemos dejarla sola en casa.
━ Nos la llevamos entonces.
━ ¿Y si es peligroso?
Ambos adolescentes se quedaron en silencio mientras la impaciencia y los nervios crecían dentro de ellos, el estrés comenzaba a apoderarse de ellos. Necesitaban ver con sus propios ojos lo que estaba pasando, pero no podían simplemente llevarse con ellos a Eri cuando podían meterse en algo peligroso.
