En una pequeña cafetería de la ciudad, Jennie se encontraba disfrutando de una humeante taza de café mientras esperaba paciente la llegada de su acompañante. Se había posicionado estratégicamente en una mesa que le daba una perfecta visión del lugar, por lo que cuando la chica apareció, lo notó de inmediato
- Lo siento, ¿Te hice esperar? - La abordó Rosé algo apenada - Me costó un poco encontrar el lugar.
- Oh... - La doctora se retiró la gafas de sol para apreciar mejor a la joven y se levanto para saludarla - No te preocupes.
Sigilosamente la cardióloga la analizó de pies a cabeza sin que la rubia lo notara. Tenia un vestido de flores corto y fresco que combinaba a la perfección con su personalidad, se veía francamente hermosa pensó Jennie.
- Es que me mudé hace poco y todavía no me ubico bien - Tomó asiento.
- Cierto, aun eres nueva en la zona y no estas familiarizada con los lugares - La galeno también volvió a su asiento y le acerco la carta - ¿Quieres algo de tomar?
- Si, gracias - Le sonrió.
Llamaron al camarero y Rosé le indicó que quería una limonada frappe, tomaron su pedido y en un par de minutos ya lo tenia en la mesa.
- Me sorprendiste llamándome así tan de repente... - Comentó la rubia dándole un sorbo a su bebida - ¿Cómo se te ocurrió la idea de ser mi guía turística?, ¿Te aburriste del hospital?
- Bueno, es mi día libre y quedarme en casa me pareció que sería de lo más aburrido - Levantó su taza - Recordé que te acabas de mudar así que pensé en invitarte a salir.
- ¿A donde planeas llevarme? - Preguntó con emoción.
- ¿Hay algún sitio en particular que quieras conocer? - Se llevó la mano al mentón pensando la doctora.
- ¿Jennie? ¡Eres tu! - Una mujer castaña en un vestido diminuto y sensual corrió hasta su mesa - ¡Que pequeño es el mundo!, soy Irene, ¿Me recuerdas? Nos conocimos en el club.
- Eh... ¡Ah! Si, lo recuerdo - Respondió la pelinegra tras unos segundos.
- Te fuiste sin siquiera despedirte... - Irene se recargó sobre la mesa para acercarse más a la cirujana - Eso realmente dolió ¿Sabes?, dijiste que me llamarías pero no tienes mi numero.
- Ah jaja... ¿Si? Juraba que lo tenía - Rio nerviosa la doctora.
Mientras tanto Rosé se dedicó a mirar la escena en silencio con la barbilla recargada sobre la palma de su mano y la ceja arqueada.
- Oh, lo siento no te vi - Se sorprendió la castaña al notar la presencia de la rubia - Estaba tan emocionada que me dejé llevar... ¿Interrumpo algo?
- Uh... - Jennie tartamudeo y Rosé le dedicó una sonrisa tensa.
- ¿Trajiste a almorzar a tu hermanita? - Irene se volvió hacia la cardióloga - Es tan adorable.
- Nop - Respondió Rosé uniéndose finalmente a la conversación - Estamos en una cita, de hecho.
- ¿Ah si? - Levantó las cejas la castaña en señal de sorpresa - Wow eso si que es sorprendente de oír - Regresó su atención a la pelinegra - No sabía que tus gustos eran tan variados...
El ceño de la menor se fruncía más cada segundo que esa mujer extraña permanecía allí.
- Bueno ya que nos hemos encontrado aquí, ¿Por qué no compartimos mesa? - Sugirió Irene - Yo las invito, para presentarme como es debido.
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Pulse
RomanceLa Dra. Jennie kim es una renombrada cardióloga aunque es joven se ha ganado la reputación de ser una de las mejores en su campo, sin embargo esa no es la única reputación que la precede, tiene la fama de ser fría y no atarse a ninguna relación seri...