¨Tener el poder del control absoluto en la palma de tus manos... Castigo, dolor, y las marcas que quedan cómo evidencia de ello, es tan... Fascinante.¨
- Si... - Sonrió Jisoo mientras tiraba de la cadena unida al collar en el cuello de Soyeon - Eso es, mi gatita sexual...
¨Hae-in... Él me enseñó algo más que autoridad monetaria. Gracias a él pude probar un nuevo tipo de placer que nunca había conocido... Sucedió un poco después de haber estado saliendo discretamente con él por un tiempo. Nunca se propasó conmigo, ni una sola vez. Ni siquiera se atrevía a tomar mi mano. Tenía la impresión de que ese hombre era un completo caballero en todos los sentido. Así fue hasta que una noche me invitó a su casa... Jamás podría haber imaginado lo que él realmente quería de mi... ¨
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- ¡Por favor! - Se arrodilló el joven ante Jisoo tomándola por sorpresa - Jisoo... ¿P-podrías intentar usar esto conmigo esta noche? - Dijo suplicante alzando lo que parecía una vara recubierta de cuero.
- E-eso es... ¿Un látigo? - Lo miró la chica confundida.
- He tenido la corazonada desde la primera vez que te vi... - Aseguró tomando confianza - Se que lo tienes en ti... Por favor, inténtalo - Le ofreció la fusta una vez más - Déjame sentir de lo que eres capaz.
Jisoo aceptó el instrumento un poco dudosa y lo examinó por un momento.
- Yo... Uhm... N-necesito usar el baño un momento - Se excusó la chica saliendo de la habitación.
Una vez encerrada en el baño, la chica caminó de un lado a otro inquieta.
- ¿Q-quiere que lo azote con esta cosa? - Miró nuevamente el objeto en su mano - ¿Es un masoquista o algo así?
Pensó en el asunto repetidas veces, reconsiderando sus planes y todo su accionar, hasta que finalmente llegó a una resolución.
- Hmm... -Bufó una sonrisa - No hará daño darle una probadita...
~ •~ •~ •~ •~ •~ •~ •~ •~ •~¨El ser capaz de tener este tipo de superioridad sobre alguien, terminó satisfaciendo las necesidades que no sabía que tenía... Sin embargo, todavía queda una sola cosa que deseo y de la cual aun tengo que tomar el control...¨
[...]
- Mhm... S-se va a enfriar la cena - Suspiró Rosé conforme los labios de Jennie bajaban por su cuello.
- Tu eres mi cena - Mordió sus labios de forma coqueta la pelinegra retirando la camisa de su compañera que se encontraba sentada en sus piernas.
Un escalofrió recorrió por completo a la rubia al percibir esas manos vagando por todo su cuerpo, su tacto era tan placentero que la hacía estremecer. Pronto los labios y la lengua de la doctora se unieron al delicioso jugueteo, dejando un reguero de besos y lamidas a su paso. Cada roce húmedo de la lengua de la cirujana arrancaba un profundo suspiro de la menor, aumentando su excitación al máximo. Enfocándose en el pecho de su contraria, la mayor chupó y mordió delicadamente los rosados y erectos pezones la chica.
- A-ahh - Soltó un quejido de gusto ésta.
Sin dejar de proporcionarle atención a esas sensible elevaciones de piel, Jennie dirigió sus manos al short de la contraria para deshacerse de él pues ya le estaba estorbando, lo bajó junto con la ropa interior y con un poco de ayuda de la rubia sacaron la prenda del camino. Continuaron besándose con lujuria y deseo desenfrenado, no pasó mucho para que la pelinegra se percatara de la humedad en su pantalón fruto de la fricción de sexo de Rosé contra su pierna. Aquello fue cómo un interruptor que hizo palpitar su entrepierna, se aferró a la cintura de la joven guiando el compas de sus movimientos de vaivén intensificando el roce de ambas. Casi de inmediato la rubia comenzó a jadear contra el cuello de la mayor.
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Pulse
RomanceLa Dra. Jennie kim es una renombrada cardióloga aunque es joven se ha ganado la reputación de ser una de las mejores en su campo, sin embargo esa no es la única reputación que la precede, tiene la fama de ser fría y no atarse a ninguna relación seri...