─ WATCH.

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─ ¡Manden refuerzos a la mansión Choi, hay un rehén en custodia, rápido, rápido! ─ pidió Jay gritando mediante el walkie talkie mientras maniobraba el volante intentando rebasar y perder a SungHoon antes de que lograra alcanzarlos y hacerles algo.

JaeYoon sentía sus manos agitarse sin control al igual que su corazón, con HeeSeung apretandole a su cuerpo y susurrandole que lo quería muchísimo, con voz temblorosa.

Tenían un miedo inmenso a ser separados, porque ambos se habían vuelto dependientes uno del otro, temían que sus vidas siguieran siendo una mierda o, en su defecto, que empeoraran aún más.

Estaban ambos conscientes que las circunstancias en las que habían iniciado su relación, no eran las mejores, ni la más sana. Era extraño y a ojos de otras personas incluso podría ser enfermizo, al principio Jake quiso seducirlo para que HeeSeung le tratara mejor, ceder y luego escapar de ese infierno; Hasta que le escuchó llorar mientras mantenía una llamada telefónica, culpandose por todo lo que les pasaba a Daniel y Jake, porque tal vez si él no tuviera una deuda con BeomGyu, Daniel no tendría que estar encerrado, y SungHoon nunca podría haberle amenazado para secuestrar a Jake. HeeSeung estaba haciéndolo para sobrevivir, incluso si no era la mejor manera de hacerlo, era un humano desesperado por salvar a los suyos, un humano que terminó cediendo a sus débiles sentimientos.

Tal como Jake lo hizo, entendió que realmente no era obra de HeeSeung, que le habían obligado a hacerlo y realmente no lo culpaba, simplemente ambos estuvieron en el momento incorrecto con las personas incorrectas; sin embargo estaban ahí, en una casa completamente sola, inestables, eran ellos, solamente ellos. Las explicaciones se dieron, y para ese momento Jake había cedido su frágil corazón a HeeSeung, esperando que en algún momento pudieran ser felices.

Ahora mismo simplemente estaban sujetando sus manos, tiritando del miedo, pero disfrutandose, en caso de que algo pasara... estaban orgullosos de decir: que se disfrutaron y no se arrepentían.

Porque se querían y era suficiente para sus dañados corazones.

Pronto llegaron a la mansión de BeomGyu, JungWon bajó corriendo y pidió a SuNoo, uno de los guardias, que abriera y se llevara al par de guardias que estaban ahí con voz suplicante, su amigo asintió y corrió a los hombres armados diciéndoles algo, rieron y desaparecieron del lugar un minuto después. La gran reja blanca con detalles en las puntas doradas se abrió y dio la señal a Jay, quien aceleró y entró al lugar con el auto, descendiendo los tres del auto y corrieron a la entrada de la mansión donde JungWon les esperaba con la respiración agitada.

─ Daniel tuvo un ataque de pánico ayer, la enfermera me ha dicho que está en la planta de arriba con BeomGyu ─ dio aviso a HeeSeung, quien gruñó molesto y corrió de la mano de Jake hasta las escaleras, encontrando una puerta abierta de la que BeomGyu salía confundido por las voces desconocidas.

─ ¡Hijo de puta, tuvo una jodida recaída, me dijiste que iba a estar bien! ─ exclamó furioso mientras lanzaba un golpe seco en la mandíbula de Choi, tumbandolo al suelo. Los pasos apresurados de JungWon y JongSeong no se hicieron esperar, entrando a la habitación divisando a Daniel con los ojos rojos y la respiración agitada.

─ Calma, Dani, vamos a salir de aquí... Él es Jay ─ le sonrió, dejando a Daniel sorprendido, pero le dio una pequeña sonrisa igualmente con emoción. ─ Dime que puedes levantarte, nos iremos ahora mismo, pequeño ─ dijo, el menor asintió y se levantó de la cama con cuidado, colocándose los zapatos y caminando a la puerta.

─ No te detendré, HeeSeung, ya no quiero hacerles más daño... lo que quieran hacer, lo aceptaré, pero Dani ─ le miró, con la mirada bañana en tristeza, el mencionado hizo lo mismo ─ No me odies, cachorro.

𓏲  𝗪𝗔𝗧𝗖𝗛. ! #𝗛𝗲𝗲𝗝𝗮𝗸𝗲﹆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora