2. Masked Ball.

124 17 55
                                    

•AshEiji y WongLung.

•Baile de mascaras.

Lentamente bajando del auto arreglando su traje fino, cabello largo y negro arreglado en un leve peinado nada laborioso pero hermoso a la vista de su saco negro y chaleco verde grisáceo y una máscara de kitsune negro, era el día perfecto para un a...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Lentamente bajando del auto arreglando su traje fino, cabello largo y negro arreglado en un leve peinado nada laborioso pero hermoso a la vista de su saco negro y chaleco verde grisáceo y una máscara de kitsune negro, era el día perfecto para un asesinato.

—¡Okumura me alegro que haya venido! —. Su víctima lo vio como si viera a un ángel, una simple actuación pero todos se la creyeron—. ¡Lynx también vino!

Y también su horrible rival de asesinatos, Ash Lynx había asesinado a muchos en el pasado, su hermosa cabellera rubia y ojos verdes junto a la cara de ángel que descartaba toda culpa hacia que sus víctimas olvidarán todo de el, sus alias también evitaban sospechas excepto Eiji que se dio cuenta de sus sucios planes. Sonrió tras la máscara y entró al glamuroso castillo de cuentos de hadas y con música elegante y gente hablando por doquier con finas bebidas, bajo las escaleras como si fuera el protagonista de aquella historia de fantasía, quizá si era el protagonista, quizá era el que asesinarla al gran Dino Golzine, la recompensa por su cabeza era una gran burla para todos los millonarios, obviamente sería fácil engatusarlo pero con Lynx cerca todo era complicado.

—¿Solo por aquí, Okumura? —. Pregunto el rubio mientras posaba el brazo contrario en el suyo doblado —. ¿Algo que contar, conejito?

—Deja de decirme así, Lynx —. Miro con asco al rubio pero sonrió —. Y te e dicho que no hagas estas cosas que parecemos cercanos.

—Somos cercanos, ¿acaso olvidaste la noche en Francia cuando la luna se fundió a nuestros cuerpos en uno solo? —. Dijo coquetamente mientras bajaban lentamente las escaleras.

—Si a "fundió a nuestros cuerpos en uno solo" te refieres al cadáver que hizo que me tropezara frente a ti, si, pero no cuenta —. Separo su mano y lanzó un beso al aire —. Si me permites tengo que matar a alguien hoy.

Y siguió caminando y hablando con algunos ricachones de por ahí, dinero y más dinero, la música se lucia entre la muchedumbre y algunas parejas hablando y criticando en las esquinas hasta  que el aliento se les iba, no fue que el anfitrión dio inicio al baile de mascaras. Todos y cada uno de los invitados se lucían con sus vestidos extravagantes y peniados que continuaban con la exageración de sus mascaras, había de todo tipo pero la de el se lucia mucho mejor que las de otros, máscara negra con jades y rubíes pegados a ella, un traje un saco largo negro con botones color oro al igual que el pantalón pegado y una camisa blanca con corbata verde, su cabellera rubia y peinada hacia un lado con sus hermosos ojos jade que daban un toque de intimidad a cualquiera, el estaba bailando con una mujer de escote pronunciado color rojo, sonrió hirritado ante eso.

—¿Bailamos, Okumura?

—Claro, Señor.

Y empezó a bailar con el anfitrión del baile, meciéndose en una mentira y comiendo hipocresía en un castillo cuyo lugar no era de él, el trabajo era asesinarlo pero el llegó y arruino todos sus frutos de dos meses, meses que se ganó su confianza y en cuanto Lynx llego con ese estúpido apodo se fue al carajo ya que el la ganó en dos días, ambos acordaron en quien matará primero a Golzine se quedaría con la paga y el otro se retiraría sin nada, era una apuesta riesgosa ya que el necesitaba el dinero, no hurgia pero lo necesitaba. Siguieron así hasta que alguien tocó el hombro del japonés.

We feel in love in octoberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora