•AshEiji.
•Intento de omegaverse.
•Eiji: omega.
Ash: alfa.
Desde hace unos meses sus días cambiaron de días normales a días acaramelados, días donde todo era color rosa, días donde solo eran ellos dos contra el mundo, ellos dos con su amor, nadie más estaba más que ellos y su nido de amor, por fin tras dos años de relación con el rubio y tras una charla fuera de lo común decidieron hacerlo, no sólo hacer el amor si no algo mucho más especial y significativo en su mundo, se entregaron en la pasion y se marcaron, la marca ahora yace en su cuello y sin vergüenza alguna mostrándola, siente a su lobo feliz desde que sucedió eso, pero, algo los a estado molestando desde hace no mucho, siente ganas de vomitar cualquier cosa que coma, a excepción de la fresas, es lo único que puede comer sin vomitar y eso le preocupa al no conocer la razón.
Pero intenta no pensar en eso y menos ahora que tiene que pensar en que regalarle a su pareja, hace cuatro meses tomaron la marca como suya y acabaron una etapa para pasar a otra, ahora son más felices que nada aparte de su vida normal, aparte de eso decidió regalar algo bonito por su aniversario, esa pequeña celebración donde ambos decidieron unir sus vidas como enamorados y tiempo después decidieron vivir juntos y pasar sus celos juntos, quizá su relación aveces no era la mejor ya que sus familias aveces se metían pero siempre intentaban mejorar eso y llegaron a ese punto.
Entra a una tienda y observa todo, hay camisas, playeras, bufandas, disfraces por la época y demasiadas cosas pero no le convence nada de nada, es como si no fuera lo suficiente para Ash, ninguna cosa le queda mejor, camisas aunque le gusten solo usa para el trabajo, ropa tiene mucha pero toda sigue en buen estado, disfraces no se podrá poner siempre, son cosas pequeñas que no necesita y el quiere que siempre lo mantenga presente en todo momento en su día a día, recorre la tienda y al ver que no tiene nada bueno para el sale de ella.
Los edificios grandes de Nueva York hacen sombra necesaria para cubrir el sol, relajante el aire en su rostro, ese oxígeno que le proporciona es relajante de sobremanera, sigue caminando sin dejar de observar todo, entra a varias tiendas y se prueba una y otra cosa que le llame la atención para su chico pero al final no le parece y vuelve a salir de esta, entra a miles de tiendas pero no hay nada que combine con el rubio, se empieza a sentir un poco deprimido, ¿y si no encuentra el regalo perfecto? ¿Y si se molesta con el por eso? Sus pensamientos suben y bajan pero decide no rendirse en su búsqueda y continúa hasta que ya no puede más.
—¿Señor se siente bien? —. Pregunta amablemente una omega que estaba sentada a su lado —. No se ve bien.
—Estoy bien, gracias por preguntar —. Sonríe tratando de tranquilizar a la chica.
—Esta bien, se que es difícil caminar mucho tiempo estando en cinta —. Y esto lo impacta ¿el en cinta? ¿Que?
—¿Disculpa-?
—¡Lo siento, ya llego mi esposo, espero y tu bebé esté bien!
Y eso le deja más preguntas que respuestas, preguntas que necesita saber pero ya, su mente explota así que camina con pasos rápidos para poder llegar a la farmacia más cercana y comprar una prueba de embarazo, no, una no es suficiente, compra varias y sale corriendo empujando a todos hasta llegar a su casa.
☆☆☆
Pasadas las horas y el departamento dando un aura tierna y romántica, velas alumbrando la mesa del comedor, platos ordenados con espagueti en ellos, copas de jugo de uva fingiendo ser vino elegante, y el peli-negro con una sudadera holgada beige y una camisa negra de Ash, un pantalón del mismo color pegados a sus curvas, definitivamente esa era la verdadera vista que más ama el rubio al llegar a su hogar con el japonés.
—Eiji, cariño —. Y de acerca a él mientras lo besa suavemente, cuando se separan se abrazan y hunde su nariz en su cuello inhalando su aroma a girasol —. Feliz aniversario.
Y el japonés solo sonríe ante esto.
Ambos comen la comida que está en los platos mientras hablan de su día, trabajo, compañeros, alguna anécdota que hayan tenido ese día y mas están puestas en la mesa mientras aveces se agarran de las manos o simplemente se miran como si fueran los más hermoso que hayan visto en toda su vida, y eso es cierto, desde ojos de siervo hasta los que brillan más que el sol, eran una melodía perfecta.
—Te tengo una sorpresa —. Dijo el rubio mostrando una bolsa no tan grande.
—Yo también tengo algo para ti —. Y no pueden evitar sacar feromonas felices que inundan el cuarto, el rubio le da una señal de que el empiece —. No, primero el tuyo, el mio puede empezar.
—Bien, hace tiempo lo vimos y bueno, a ti te encantó así que era el momento perfecto.
Y si, el japonés al abrirlo pudo observar un marco con su fotografía en el, también una bufanda con el pájaro horrendo que tanto odiaba el rubio, el peli-negro no pudo evitar soltar las cosas en el sillón y lanzarse a su alfa y besar todo su rostro, el contrario solo río y lo tomaba de la cintura, definitivamente ama esos detalles que tenía con el. Tras unos momentos de mimos y besos tranquilos el rubio recordó el regalo de su chico.
—Eiji, ¿y mi regalo? —. Pregunta mientras lo vuelve a besar tranquilamente y el peli-negro corresponde pero luego se aleja, se va hasta su cuarto y cuando regresa viene con una caja.
—Solamente no te asustes
El rubio no pregunta pero tiene curiosidad por eso, toma la caja y está un poco liviana, va quitando lentamente la tapa y se asoma por el pequeño agujero que acaba de sacar, al no ver bien todo decide quitar toda la cubierta y cuando ve lo de adentro se impacta. Su corazón late fuertemente y siente a su lobo igual impactado al igual que emocionado, sus pensamientos van a mil por hora y no sabe que dicen, solo sabe que es demasiado para el y al mismo tiempo es lo mejor que le a pasado en su vida.
—¿Eiji...? —. Alza la mirada viéndolo impactado y este solo se acaricia el vientre —. ¿Eiji de verdad estas...?
El japonés asiente y se acerca temeroso a la caja que muestra dos zapatitos pequeños color verde menta con decorados blancos, al rededor de la caja tiene papel amarillo y estrellas color cafe junto a una prueba de embarazo. El peli-negro toma las manos del rubio y las posa en su vientre, el rubio lo ve asustado y luego se para para abrazarlo fuertemente.
—Muchas gracias, de verdad gracias por todo —. No esperaba que el chico se pusiera a llorar mientras repartía besos por doquier —. Seremos papás, Ei.
—Seremos papás, Ash.
Y si aunque su regalo fue mucho mejor que el de Ash (a palabras de este último) se amaban mucho y esperaban a ese pequeño niño o niña que les alegraría sus días, definitivamente amaban todo de sí y lo mostraron ese mismo día.
N/A: se me paso volando la dinámica y no me di cuenta que ya estábamos hasta en mi cumple jsjsjs, dios definitivamente ame participar en todo esto así que espero poder acabar bien ya que esta semana es de exámenes y muchas tareas así que me será difícil actualizar pero me las arreglaré, muchas gracias por todo ♥️.
ESTÁS LEYENDO
We feel in love in october
FanfictionUna bella tarde donde todo ocurrió, un hermoso día fue donde nos encontramos y nos enamoramos. •Pequeños one-shot que e creado para esta hermosa dinámica. •Todos estos escritos son de mi pertenecía. •Ships diferentes cada día. •Se aceptan sugeren...