Príncipe de la Oscuridad [ vhope ]

6

Dos meses después.

No podía ser posible que su cuerpo fuese también tallado por los dioses como su rostro. Aunque, ciertamente, su cuerpo y su rostro diferían... ¿Quién podría imaginarse que debajo de la ropa de ese chico con rostro casi inocente se escondía un cuerpo trabajado y unos abdominales tan marcados? Sin mencionar los tatuajes que adornaban parte de sus brazos y lo hacían ver más caliente que nadie.

Dios, Hoseok tuvo que cerrar la boca cuando se dio cuenta que casi estaba por babear. Relamió sus labios y volvió a mirar hacia el pasillo con temor de que alguno de sus hermanos pudieran estar ahí y descubrieran cómo Hoseok espiaba a Jeon Jungkook -el nuevo mejor amigo de su hermano mayor- por la puerta semi abierta de la habitación. Bueno, no es que estuviera espiándolo, en realidad lo había seguido apenas salió de se piscina para darle una toalla y que pudiera secarse. Hoseok no quería que Jungkook se enferme, claro que no.

Pero bueno, tal vez se detuvo detrás de la puerta y se quedó mirándolo. Era todo un espectáculo ver a Jungkook sin su camiseta, ver todo su torso mojado, sus marcados abdominales estaban adornados con gotas de agua de su piscina... quién pudiera ser esas gotas para estar en él de esa forma. Hoseok soñaba con pasar sus manos por todo ese pecho, tal vez hasta sus labios. Estaba loco por ese hombre.

Suspiró y aclaró su voz antes de tocar la puerta ligeramente, esperaba que sus hermanos siguieran disfrutando de la pileta con sus otros amigos y no hayan notado que Hoseok había desaparecido al mismo tiempo que Jungkook se retiró diciendo que debía volver a casa por algo urgente.

Jungkook sacó su mirada de su teléfono para verlo con ligera sorpresa.

—Lo siento, te traje una toalla —dijo Hoseok, luego de tocar la puerta y abrirla un poco más de lo que ya estaba. Extendiendo no solo una toalla sino la sonrisa más sexy que estuvo practicando en el espejo esos últimos días.

Jungkook pronto sonrió como si estuviera enternecido.

—Muchas gracias, Hobi —dijo con esa voz que solo demostraba que estaba agradecido y una vez más enternecido por la acción.

Hoseok estaba cansado de sentir que solo le producía ternura al mayor. No importaba lo sexy que se vistiera o le sonriera, parecía siempre ser para Jungkook el hermanito menor y tierno de su mejor amigo.

—¿Necesitas algo? —preguntó Hoseok al mismo tiempo que Jungkook tomaba la toalla de su mano. Hoseok seguía vestido con una ligera camiseta y shorts, no se había metido a la piscina por lo que estaba completamente seco.

La realidad es que había estado esperando el momento en que Jungkook saliera solo para poder hablarle. Al menos hablarle un poco.

—No, Hobi, pero gracias. —Volvió a usar su tono enternecido.

¡¿Qué se supone que debía hacer para que lo viera como algo más que un adolescente?!

—Escuché que te estás yendo porque sucedió algo urgente... espero que no sea nada grave. —Usó el tono de voz más sincero y preocupado que pudo, aunque era verdad que estaba preocupado.