Todas las calles de Westeros, hablaban sobre la hija rebelde, la corona rebelde. Y sobre lo que alguna vez soñó. Así como Daenys predijo el final de Valyria, y como Aegon el conquistador predijo el fin de los hombres.
"La canción de hielo y fuego."...
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RHAENYRA ENTRABA a la habitación de su melliza, al enterarse sobre lo que le había dicho su padre la noche anterior.
―Me enteré, ¿estás bien?―preguntó mientras caminaba hacia ella, a la cual la estaban peinando para el torneo.
―Como nunca―le sonrió, y miró a su dama de compañia―. Así está bien, Ally.
―¿Segura, princesa Aerea?―preguntó dejando de peinarla.
Aerea asintió―. Sí. Y te dije que me llamaras Aerea, sin el princesa.
―Está bien, lo siento.
―Y que dejaras de decir lo siento. No hay nada de que perdonar.
―Ah, sí. Lo sien...―no pudo terminar de decir la oración, porque Aerea clavó sus ojos morados en ella por primera vez en toda la conversación. Eso la puso nerviosa―. Ya me voy. Aerea, princesa.
A lo último, se había dirigido hacia Rhaenyra. Con eso, salió de la habitación.
―¿Sabes que la pones nerviosa, no?―preguntó Rhaenyra, Aerea solo le sonrió. Nyra suspiró―. No sé porque pregunté. ¿Y desde cuando la cambiaste?
―Hoy mismo. La anterior hablaba demasiado, no me caía bien.
―Oh, ya entendí. Ya sabes lo molesto que es cuando hablas demasiado.
―Sí, lo sé, pero no significa que no lo seguiré haciendo.
―Ya me lo veía venir―suspiró―. Como sea, lo que hablabamos.
―Sí. ¿Cómo te enteraste?
―Madre se enteró, y me dijo. En parte cree que es nuestro deber como mujeres y la otra parte, cree que padre debería cumplir con su promesa de todavía no casarnos.
―Es estúpido.
―Lo es.
―No hagas nada que te meta en problemas, porque sino padre te querrá casar con el primero que pida tu mano. Y que sea importante, claro.
―Puede ser capaz.
―Y lo es.
―Bien, mejor hablemos de otra cosa. Como que vamos tarde al torneo y que madre acaba de empezar a estar en labor de parto.
―¿Qué? ¿En serio?
―Sí. Y si quieres visitarla, alistate rápido.
―Venías de ahí, ¿cierto?
Rhaenyra rió―. Bueno, hazlo rápido.
Rhaenyra salió y Aerea terminó de arreglarse para ver a su madre.
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Aerea entró a la habitación en la cual estaba su madre, y donde iba a hacer el parto.
