14, 𝑴𝒊𝒓𝒂𝒓𝒊

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❝Mirari❞

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Mirari❞.


[ʚ♡ɞ]

Unos de los sirvientes corría por los pasillos de Dragonstone, yendo a la habitación de Aerea y Daemon. Ya que los cuidadores de dragones la estaban citando.

Entró con cuidado a la habitación, y despertó a la platinada con sumo cuidado. Ésta se levantó.

―¿Qué sucede?―preguntó Aerea, la cual se acomodaba su cabello.

―Disculpe molestarla, princesa. Pero los cuidadores de dragones solicitan su presencia. Dicen que es urgente.

Miró a Daemon, el cual ya se estaba despertando.

Se reunieron con ellos, y al salir vieron como el sol salía de apoco. Ya estaba amaneciendo.

―¿Qué sucedió para que nos tuvieran que levantar a esta hora?―preguntó Daemon, en Alto Valyrio. Aerea estaba al lado de éste.

―Es sobre la hija mayor de la princesa Aerea, mi príncipe―respondió el cuidador en el mismo idioma. E inclinando un poco la cabeza en forma de disculpa.

Aerea frunció el ceño y habló en Alto Valyrio―. ¿Qué hizo Aemma?

―Fue al foso muy tarde y se llevó a Vyserion consigo, intentamos que no lo hiciera, pero fue demasiado tarde como para hacer algo.

Se tocó la panza, cada vez que hacía eso. Era porque estaba muy nerviosa o preocupada. Era un instinto de que algo malo estaba pasando o estaba por pasar.

La platinada suspiró.

―¿Cómo es posible que eso pase?―preguntó Daemon, enojado. Aerea lo miró. La cual hace un momento miraba en un solo lugar pensando.

Le agarró el brazo a su esposo, deteniéndolo.

―No es culpa de ellos, amor―miró al cuidador. Y sonrió lo mejor que pudo―. Gracias por decirnos. En serio.

Éste asintió en respuesta y antes de marcharse, hizo reverencia.

Se quedaron unos minutos en silencio, hasta que la platinada habló:―. Iré yo misma a buscarla, si ha de ser necesario, la buscaré por todo Westeros―comenzó a caminar.

Daemon la miró confundido, y la detuvo poniendo su mano en el brazo de su esposa con cuidado. Aerea se volteó.

―No, no irás. No vas a ir estando embarazada. Puede ser peligroso.

―Tengo qué. Es mi hija de la que hablamos, por lo menos tuvo que avisar. Y si no lo hizo, es grave―la mirada de Aerea demostraba pura preocupación hacía su hija.

―Es nuestra hija―la corrigió, se acercó a ella y puso su mano en la mejilla de la platinada―. Yo iré. Tú, descansa, ¿sí?

Suspiró, y asintió estando de acuerdo.

𝐼𝑆 𝐶𝑂𝑀𝐼𝑁𝐺...// Daemon TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora