Entre celos y baile

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-Debe ser un movimiento más suave, elegante y sensual Gulf, dijo el castaño que me miraba a unos metros –Aún es tosco y muy brusco.

Con cuidado detuve el movimiento y coloqué mis manos en las rodillas, estaba cansado, sudado y un poco frustrado, no entendía cómo hacer más delicado un movimiento que a mi parecer ya era suave.

-Descansemos 5 minutos y volvemos, dijo mirando sus apuntes y anotando algunas cosas, llevábamos una semana entrenando y el castaño estaba cada día más exigente, me sorprendía su capacidad y aguante, entrenaba 12 horas diarias y no aflojaba ni un segundo. Mientras tomaba agua moría por preguntarle por los avances de First, pero preferí morderme la lengua y callar.

No alcancé a patinar a la salida, cuando Mew estaba listo para comenzar de nuevo –Quiero que el último giro lo hagas más corto y que mantengas el centro más abajo, dijo arrugando el entrecejo debido a la concentración –Recuerda que hasta la punta de tus dedos son necesarios para proyectar tus movimientos.

Sin perder aire y tiempo asentí y comencé a moverme, la coreografía salía en automático, ya que, la había practicado incontables veces, así que podía concentrarme en tratar de hacer lo que mi entrenador pedía, cuando terminé esperaba una sonrisa por haberlo hecho bien, pero solo recibí una mirada profunda.

- ¿Fallé en algo?, pregunté viendo que el castaño seguía en silencio.

- ¿Te has enamorado alguna vez?, dijo ignorándome por completo, mientras se acercaba a escasos centímetros - ¿Has sentido alguna vez que tu piel arde para otra persona la toque? ¿o que se te corta la respiración cuando esa persona entra al cuarto?

Tragué con dificultad y mis ojos se prendaron en el movimiento que los labios delgados y rosas del castaño hacían, se veían tan apetitosos que mordí los míos –Exactamente eso es lo que necesito, dijo acariciando mi mejilla y haciendo que mis piernas temblaran por su tacto –Necesito que tengas en mente lo que acabas de pensar para cuando bailes, ya que, esa mirada pasional es precisamente Eros.

Cuando se alejó para que volviera a comenzar mi rutina, el aire volvió a mis pulmones y mi piel dejó de hormiguear, aunque mi cerebro se negaba a funcionar con normalidad, tuve que colocar todo de mí para terminar la rutina y no abrirme la cabeza contra el hielo por andar en las nubes.

-Terminamos por hoy, date un baño con agua caliente y a la cama, dijo después de ayudarme a estirar los músculos para asegurarse de que no me lesionaría –Duerme temprano.

-Lo sé, dije sintiéndome como un niño regañado, así que asentí y me encaminé a casa, antes de irme pasé a ver a Davika, que estaba muy cerca de dar a luz, con cariño besé su vientre y acaricié el lugar dónde crecía mi sobrina.

- ¿Ya te vas a casa?, dijo mi amiga con una tierna sonrisa, realmente se veía divina embarazada - ¿Cómo estuvo el entrenamiento?

-Bien en lo técnico, pero Mew no está conforme, dije viendo como me miraba confundida –Dice que me falta suavidad, elegancia y Eros.

- ¿Eros?, dijo sin entender de que le hablaba, lo cual era obvio, ya que, hasta hace una semana tampoco tenía idea de que era Eros.

-Los antiguos griegos explicaban el amor clasificándolo en cuatro tipos, Philia, Storage, Ágape y Eros, dije contándole lo que había investigado cuando Mew me contó el tema de mi rutina Philia es el amor que se da entre los amigos, Storage el de familia, Ágape un amor voluntario, inocente, desinteresado, fuerte y Eros el amor pasional, romántico, candente y efímero, toma su nombre del Dios griego de la fertilidad, atracción y pasión.

Gulf on iceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora