Estaba destruido, cansado y angustiado, los malditos periodistas me seguían día sí, día también y me estaba ahogando, al punto de querer tomar mis cosas y huir muy lejos de todos, sin mirar a ninguna cámara de todas las que apuntaban a mi rostro, continué mi camino.
- ¿Es efectivo que usted estuvo viviendo unos meses lejos de Amanda, sin saber que estaba embarazada de su hijo?, preguntó una de las chicas sin dejar de caminar a mi lado y acercando su micrófono a mi boca - ¿Va a abandonar a su bebé?
Sin hacer un movimiento facial me subí al auto y sólo cuando había avanzado un par de cuadras dejé que las lágrimas fluyeran, haciendo que un poco del peso que sentía se aliviara, sin embargo, cuando vi la cantidad de llamadas que tenía de mi pequeño, el dolor volvió con todo a mi pecho. Con cuidado me estacioné y tomé el teléfono, me sentía tentado a abrir los mensajes y ver qué cosas me decía mi Bii, pero si lo hacía no tenía idea de que hacer o decir, no cuando ni yo tenía certeza de lo que estaba pasando.
Después de llorar por unos diez minutos retomé el camino y llegué a mi casa, pero la suerte no estaba de mi lado y apenas puse un pie fuera de mi auto, vi a la mujer que había convertido las últimas semanas de mi vida en un infierno.
Bajé de mi auto y con mi bolso en la mano caminé a la puerta, tomando aire entré y la mujer sin que la invitara hizo lo propio - ¿Por qué no contestas mis llamadas?, dijo en su mismo tono altanero y alto de siempre –Me estoy cansando de esto.
-En algo estamos de acuerdo, dije dejando las cosas en la mesa y caminando a la cocina –No cambiaré de opinión Amanda, he sido claro contigo desde un comienzo.
-Pues no estoy de acuerdo con el trato que me estás dando, dijo colocando sus manos en la cintura y mirándome desafiante –Mi padre quiere hablar contigo.
-Pues no tengo intenciones de hablar con tu padre, dije sintiendo un fuerte dolor de cabeza que me hizo morder mi labio y gemir bajito, últimamente el único compañero que tenía era ese dolor punzante y silencioso – ¿Cuando podré ver a mi hijo?
-Cuando hables con mi padre y decidamos que va a pasar con nosotros, dijo sentándose frente a mí y sonriendo como si nada estuviera pasando, cuando claramente todo se estaba yendo a la mierda.
-Iré a hablar con él hoy, dije sacando una botella de agua helada y sirviéndome un vaso grande, que bebí con gran placer –Quiero que esté mi hijo en esa reunión y no aceptaré más negativas.
-Nos vemos Mew, dijo ella tomando sus cosas y dejándome al fin solo, con lentitud fui a la cama y me dejé caer rendido, deseaba cerrar los ojos y despertar cuando estuviera todo tranquilo y sin problemas, en una silenciosa tortura miré los vídeos y fotos de mi moreno, anhelaba tanto esconderme en sus brazos y dejar que su aroma se llevara mis penas y temores, que dolía.
Sin querer comer me giré en la cama y comencé a recordar el calvario que estaba viviendo los últimos días, parece que sólo fue ayer cuando dormía al lado de mi omega, disfrutando de su aroma y calidez, para despertar en la dura realidad que era mi vida.
Como todos los días abrí mi galería de fotos y comencé a ver a mi moreno en todas sus facetas, desde las despreocupadas a las sensuales que hacía cuando sabía que lo estaba fotografiando, todo en él era tan perfecto que dolía saber que jamás lo volvería a tener entre mis brazos y todo por mi estupidez, ¿Cómo pude haber dormido con Amanda antes de partir a Tailandia?, en esa fiesta no debí haber bebido y mucho menos haberme dejado embaucar por la que fue la mujer que pensé sería madre de mis hijos y compañera de vida.
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Gulf on ice
Hayran KurguGulf es un chico lleno de sueños y esperanzas, anhela conquistar el mundo del hielo, al igual como lo hizo Mew, el hombre al que mas admira, no sólo por ser una estrella del patinaje, si no, por que era el ruso más masculino y sexy que había conocid...