- ¡Oh, Gran Diosa! ¡Por favor ayúdenos! ¡Nuestro reino ha reflexionado sobre sus errores y se arrepiente profundamente! ¡Pero los demonios no nos quieren dejar en paz! ¡Por favor, denos salvación!
Un segundo... ¿Cómo? ¿Nuestro reino? ¿Pecados? ¿Se refiere a la capital que encerré en una barrera? No lo sé... Nunca le he preguntado a Iris que pasó exactamente ese día así que bien pudo encontrarse con otra ciudad... ¿Como debería actuar una Diosa ahora?
Mmmm... Por ahora hagamos esto.
- Mortales. ¿Quienes son para osar entrar a mi santuario?
- Oh gran Diosa. Lamento mi descortesia, me llamo Lily y soy la santa que has guiado hasta aquí en busca de tu ayuda. Los que me acompañan son unos pocos que se lamentan de no poder detener a aquellos que pecaron contra su gran ser y quieren servirle.
¿Santa? ¿Que YO guíe hasta aquí? Absurdo. ¿Por qué debería ayudar a los tontos que hicieron daño a mi hija? A lo mejor y son idiotas que vieron la barrera y vinieron a suplicar perdón por algún familiar dentro de esta. A todas estas... ¿Cómo llegaron aquí?
¿Mmmm...? Hay... Algo raro en la chica... No logro descubrirlo... Y en los compañeros que tiene también... Pero estos se ven distintos...
¿Mmm? ¿En qué momento empeze a ver cosas en las personas? Mmmmm... Veamos si puedo quitarlo...
¡Bien! ¡Listo!
- ¿Eh? ¡Ohhhh! ¡L-la maldición! ¡Se ha ido!
- ¡Es cierto!
- ¡Adorada sea la Diosa!
- ¡Alabad a la Diosa!
Ups... Ahora creen que los ayude... ¿Por qué siempre me dejó llevar? Haaaa...
- Mortales. Aquellos que pecaron... Aquellos que lastimaron a mi hija. No podrán ser salvados hasta después de que hayan pagado por sus errores. No importa si han venido aquí a buscar su liberación.
- ¡Oh, gran Diosa! Nosotros no hemos venido a buscar la liberación de aquellos que pecaron. Hemos venido en su busca para que libere a mis compañeros de la maldición que los aflige. Y a pedir su ayuda para eliminar la maldición del resto de personas que no han pecado.
¿Una maldición? Rayos... Quizás si se la merecían. ¿Cómo la vuelvo a poner? Bueno, preguntemos quien fue el que la lanzó.
- Mortales. ¿Que actos han realizado para ser maldecidos? Sus congéneres lastimaron a mi hija y ahora están encerrados en la barrera que creé. ¿No habrán sido maldecidos por una razón similar?
- Solo hemos hecho lo que usted nos ha dicho, Diosa. Nos hemos dado cuenta de que aquellos seres que se hacen llamar dioses, aquellos en los que creíamos, eran en realidad demonios. Todas las personas que han logrado salir de su barrera, aquellos que no lastimaron a su hija y por lo tanto libres de pecado, ahora están siendo torturados por la maldición que esos demonios nos colocaron injustamente. Por eso hemos venido en busca de su ayuda.
¿Eh? ¿Lograron salir? ¿Por qué no lastimaron a mi hija? Bueno... Aunque eso no significa que esten libres de pecado. Y tampoco significa que vaya a ayudarlos.
- Mortales. Si bien no hirieron a mi hija, eso no significa que esten libres de pecado. Adoraron a los demonios y ahora están pagando por sus errores.
Aunque solo les dije demonios en el calor del momento... Quizás y si sean los otros dioses. Aquella diosa me trató bastante mal la verdad... Tal vez debería buscarla.
- Pero, no puedo dejar pasar el hecho de que han utilizado algo tan despreciable como una maldición. Los ayudaré. Pero solo por esta ocasión. Y tendrán que decirme dónde estan los santuarios de los demonios.
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¡Un inútil me reencarnó y ahora tengo que gobernar el mundo! ¡¿Pero como Diosa?!
FantasyDespués de morir, ser cambiado de genero, convertido en un Dios y haber sido abandonado por el Dios que lo provocó todo, nuestro protagonista intenta descubrir que hacer ahora mientras supera los cambios que han ocurrido. Por si fuera poco, al poco...