Capítulo 12 - Nada, una vez más

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— Mmm... Haaaahh... ¿Eh? ¿Otra vez? ¿Cuántas veces voy a aparecer aquí?

Aunque tengo que decir que por alguna razón este lugar me relaja... No tengo que preocuparme por nada... A excepción de aquella 'cosa'. Ugh... Espero y aún no me encuentre.

— ¿Y bien? ¿Que es lo que tengo que hacer aquí? ¿O simplemente es un tiempo de relajación hasta que esa 'cosa' me encuentre?

Supongo que puedes hacer lo quieras, ¿No?

— ¿Quien eres tú?

Soy otro tú, yo.

— ¿Que? ¿Otro yo, tú? Está bien, mejor no, dejemos esto de lado. ¿Eres otro yo? Pareces distinto a los otros... ¿Cuántos hay por cierto?

Ni idea. Nunca he pensado en contarlos y por extensión tú tampoco.

— Si, la verdad no me gustaría tener que hablar con otros yo... Siento que me estoy volviendo loca...

Quizás y sí lo estás haciendo.

— Haaaahh... Bueno, me podrías decir, ¿Que es este lugar?

La nada, el comienzo y el final de todo, el vacío. Dile como quieras. Tampoco sabemos...

— ¿En serio? Yo pensaba que como se la pasaban por aquí sabrían algo...

Estás equivocado en eso. Solo estamos aquí, por qué tú estás aquí.

— ¿Espera? ¿Cómo es eso? ¿Por qué 'yo' estoy aquí? ¿Tu no eres también 'yo'?

Exacto

¿Que? Me perdí... Aunque llevo un trompo que no vengo aquí... Pense que era por dormir pero parece que no...

— ¿Oye...? ¿Al menos sabes por qué vengo a este lugar?

No puedo decirte eso, lo siento.

— ¿Que? ¿Por qué?

Nuestra versión femenina no quiere que te la pases por aquí muy seguido. Y si te soy sincero ella da bastante miedo cuando se enoja. Jamás hemos sido bueno con las mujeres.

— Ugh... No me lo recuerdes... Siempre pensé que al menos no moriría virgen, pero...  No creo que pueda hacerlo ahora...

¡Ja! Tu mismo lo has dicho. Además no creas que algún mortal querría acostarse con una diosa. Lo podrían pensar, sí. Pero en el momento se acobardarian.

— Bueno... No lo puedo negar, pero...

¿Algo en lo que dije no te gustó? Pero claro que no lo haría. A mí no me gustó.

— Exacto...

.........

......

...

¿Que rayos estoy haciendo teniendo una conversación normal conmigo mismo? Además... ¿Que es este silencio incómodo?

Oye, ¿Aún te acuerdas de tu vida pasada?

— Pero claro. Aún no he pasado tanto tiempo en este mundo como para poder olvidarlo.

¿Te acuerdas de alguien que hayamos conocido?

— ¡Pero claro! ¡Nuestros padres, amigos y familiares! Además del ocasional compañero de clase con el que nos juntabamos.

¿Y sus nombre? ¿Podrías decirme alguno?

— ¡Claro! Son.........

N-no me acuerdo... ¿Por qué no me acuerdo?

Ya veo que no lo recuerdas... ¡Bueno! ¡Con eso he terminado mi trabajo! ¡Nos vemos!

¡Un inútil me reencarnó y ahora tengo que gobernar el mundo! ¡¿Pero como Diosa?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora