Chapter 1: The White Cat and The Black Killer

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El despertador hizo acto de presencia, obligándole a abrir sus ojos ante su molesto y constante ruido. Con todo el dolor de su alma, separó su espalda del colchón y buscó a tientas por el suelo sus zapatillas de andar por casa. Tras localizarlas y ponérselas, salió de su habitación con el alma todavía acostado en la cama y fue hacia la cocina del pequeño apartamento compartido donde una chica vestida con un uniforme escolar le estaba esperando.

— ¡Atsushi, buenos días!

— Naomi... — el albino frotó sus ojos somnoliento — ¿Cómo te despiertas con tantas energías?

— Durmiendo mis ocho horitas.

— Ocho horas de sueño... que envidia — se dejó caer en una de las sillas frente a la mesa del comedor y aunque pocos pudieran pensarlo, comenzó a quedarse dormido allí mismo.

— Atsushi, no te duermas — la chica le zarandeó en un intento de evitar que cayese dormido.

— Hoy deberías volver antes a casa — le dijo un chico de pelo naranja que se encontraba cocinando con una sartén en la desgastada vitrocerámica de la cocina — Yo hablaré con Shibusawa.

Oír como mencionaba ese nombre hizo que el ceño de la chica se frunciera y que el albino se despertase ya completamente.

— No — sentenció más despierto — Haré mi jornada completa.

— Atsushi.

— Necesitamos el dinero.

El recordatorio dejó a todos los presentes en silencio. Tanizaki Junichiro y su hermana Naomi y Nakajima Atsushi, ninguno tenía buenas fuentes de ingresos, Naomi principalmente porque todavía era una estudiante, la chica era muy inteligente por lo que Junichiro insistía en que continuase estudiando después de acabar la preparatoria, aunque Naomi no estaba muy de acuerdo con la idea ya que quería traer dinero a la casa cuanto antes. Junichiro y Atsushi eran los que traían el dinero, ambos trabajaban por la noche, pero eso no quitaba el hecho de que tuviesen segundos empleos temporales por las mañanas o que tuviesen que despertarse temprano para atender recados, hacer la compra o simplemente limpiar la casa. Su empleo nocturno no era algo que les agradase mucho, pero era lo mejor y lo único a lo que podían aspirar.

— ¿Volveréis tarde hoy también? — preguntó la chica.

— Sí... — Junichiro acercó la sartén y dejó unos huevos revueltos en cada plato — Cierra la puerta con llave ¿vale? — intentó sonreír para tranquilizar a su hermana, aunque esta ya sabía perfectamente la situación actual de las cosas.

— Vale.

Atsushi suspiró cansado, alargó su mano para tomar el mando de la tele y la encendió. A esas horas de la mañana lo único que había eran telediarios, en el de esa mañana se anunciaba el hecho de que se había encontrado el cadáver de un hombre tirado en los escombros de una obra sin terminar. Los medios de comunicación acusaban de ello a una organización llamada Port Mafia.

— Otra vez...

— Bueno, son mafiosos, es normal que asesinen constantemente.

— Tened cuidado esta noche.

— Tranquila — Junichiro revolvió con cariño los cabellos de su hermana y se dirigió al fregadero para quitarse trabajo de encima — Atsushi, ¿cuándo es tu siguiente celo?

— Ummm... — comenzó a pensarlo con sus mejillas infladas por la comida como si fuese una ardillita — Deberían faltar tres semanas todavía.

— Tenemos que comprar más supresores ¿vale?

Bloody Lovers [DazAtsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora