Capítulo 2

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Tan pronto como aterrizaron donde quiera que Mew los había saltado, Gulf miró a sus alrededores. Nunca estaba seguro de quién iba a saludarles, si llegarían a un almacén lleno de vampiros a una reunión de clan o un campo de batalla desierto en Escocia. Entonces, sus sentidos estaban siempre en alerta, y tomó nota de cada detalle.

Era de noche, por supuesto. Estaban en el exterior, rodeados de árboles. El aire húmedo y denso, un olor dulzón de arbustos y la lluvia. No, sin lluvia. Selva tropical. Los árboles se elevaban por encima de ellos, el suelo estaba húmedo bajo los pies, y los gritos de advertencia de animales exóticos le dijeron a Gulf que estaban lejos de casa.

―¿Dónde estamos?

Mew se mantuvo cerca.

―Estamos en los bosques cerca de Rurrenabaque, Norte de Bolivia.

―¿Estoy asumiendo que quieres decir Bolivia en América del Sur? ―Gulf dijo, tratando de ver más allá del árbol más cercano, luego, a la oscuridad del bosque.

―Y no es Bolivia, en Carolina del Norte, ¿verdad?

Kennard resopló suavemente.

―Correcto.

―Hay un vampiro aquí con quien necesitamos hablar ―dijo Mew. Señaló la oscuridad enfrente― vive un poco más allá.

Empezó a caminar, poco a poco, sin duda para ayudar al ser humano que no veía bien en la oscuridad.

―Hay algo que debes saber antes de que lo conozcas.

Gulf casi tropezó con la raíz de un árbol.

―¿Ah, sí? ¿Qué es eso?

―Es un niño ―dijo Mew.

―¿Un niño vampiro? ―Gulf repitió― ¿Eso es legal?

Kennard resopló de nuevo.

―No es preferible, no. Representan un riesgo para nuestro secreto, pero este es... diferente.

Mew ayudó a Gulf a caminar en la oscuridad y dijo.

―Su nombre es Jorge. Se cree que sus padres humanos renegaron de él cuando era un niño pequeño, alrededor de cien años atrás. Los aldeanos eran supersticiosos en estas cosas y lo echaron a fin de no irritar a los dioses.

―¿Qué estaba mal con él? ―preguntó Gulf. Sus ojos se ajustaron a la oscuridad ahora, justo a tiempo para dejar de caminar.

―Creemos que, en su forma humana, sufría de trastorno disociativo de identidad, porque, bueno... ―Mew hizo una mueca― ...tomó esa forma en su vida vampírica. Habla consigo mismo como si fuera dos personas. Una de ellas es agradable, la otra... no lo es.

Gulf no estaba aún extrañado. Después de Egipto, nada lo sorprendió cuando venía de los vampiros.

―¿Tal como el médico y el monstruo?

Mew asintió.

―Sí.

―¿Es un vampiro?

―Sí.

―Oh, muy bien.

―Adelmo es su cuidador ―Mew pasó a explicar― es el vampiro que enseñó a Jorge nuestras leyes. Jorge necesita atención constante, porque es y siempre será, sólo un niño.

Gulf lo consideró.

―¿Disculpa mi curiosidad y mi insolencia por preguntar, pero si él plantea una amenaza para los vampiros, porque no simplemente matarlo?

―Tiene un cierto conjunto de habilidades ―dijo Kennard― una valiosa. Su cuidador o propietario, que usa al niño para sus propios fines.

Gulf no podía creer lo que estaba escuchando.

La Llave de Mew-Libro 2-MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora