Capítulo 11

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Le tomó toda su fuerza para levantarse en toda su altura. Incluso con una mano contra su corazón, se acercó a Eiji con la otra mano y los llevó de regreso al único lugar que el cuerpo y la mente de Mew lo llevaría.

Volver a Gulf.

Y Gulf estaba de pie, rodeado de Kole y Jodis con preocupación en sus rostros. Mew ni bien había llegado a la sala de estar, que Gulf corrió y lo abrazó. Finalmente, los dos hombres estaban respirando.

―No lo hagas de nuevo ―Gulf suspiró.

―Lo sé ―Mew susurró en el cuello de Gulf― lo siento, m'cridhe. No tenía intención de despertarte.

―Gulf se despertó gritando ―dijo Jodis.

―Mew apenas podía estar de pie ―Eiji le dijo― la ausencia de Gulf, literalmente, lo golpeó fuerte.

Mew apretó la frente al cuello de Gulf, en la clavícula, cuando se retiró hacia atrás un poco. Gulf aun apretaba su camisa, no podía alejarse mucho.

―No voy a dejarle de nuevo.

―¿Puede alguien explicarme qué demonios está pasando? ―Kole rompió― ¿Qué demonios fue eso?

―Cuando las parejas predestinadas tienen su primer encuentro, ellos experimentan con intensidad una advertencia de ausencia cuando están separados ―explicó Jodis― normalmente desaparece al cabo de unos meses.

―Pero Gulf y Mew están empeorando ―Eiji dijo, poniendo la carga de flechas sobre el sofá― Gulf, todo lo que es preciso que hagas, te necesitamos para hacerlo más pronto o más tarde.

Gulf asintió, sin soltar la camisa de Mew.

―Está bien ―Respiró hondo y miró para ambos, Jodis y Eiji.

―Creo que tengo un plan. O parte de él. No lo sé ―desenrolló los dedos de la camisa de Mew y puso su mano en la cara de Mew― aunque no creo que te vaya a gustar mucho.

―¿Qué es eso?

―Bueno, estaba pensando acerca de lo que necesitamos para poner fin a esta cosa de Genghis Khan y algo que dijo Eleanor ―Gulf dijo― necesitamos de mi sangre para impedirlo de alguna forma y Eleanor dijo que iba a caer enfermo. Entonces, lo que pensé fue, que deberían tomar mi sangre. Si todos ustedes llevan una botella o bolsa, entonces si yo estoy fuera de combate, aún pueden derrotar Khan sin mí.

Un gruñido bajo retumbó en el pecho de Mew. No, no le gustaba la idea en absoluto. Nada de eso. La idea de que alguien tomara la sangre de Gulf o que él estuviera demasiado enfermo para hacer esto solo.

―Gulf ―advirtió.

Gulf puso su mano sobre el pecho de Mew, directamente sobre el corazón.

―Es el único plan B que tenemos. Es lógico. No estoy siendo algún mártir en el auto-sacrificio, pero tenemos que mirar el cuadro más grande ―frunció el ceño― no soy estúpido, Mew. Yo sé que algo no está bien conmigo y sé que tú también lo sientes. Pero no se trata de nosotros. Esto es acerca de derrotar a algún psicópata antes de que erradique medio billón de personas en Asia.

―No puedo soportar la idea ―Mew dijo, con la voz quebrada.

―Lo sé. Pero es sólo un plan de contingencia ―dijo Gulf suavemente. Deslizó la mano del pecho de Mew hasta tomar su mejilla― tenemos que hacerlo bien, para acabar con esto de una vez por todas. Nosotros tenemos un para siempre al final de esto. ¿No vale la pena?

Mew se apoyó en la palma de Gulf y cerró los ojos, sabiendo que este momento íntimo entre ellos era delante de todos, pero no le importaba.

Asintió, aceptando el silencio y Gulf inclinó la cara de Mew hacia arriba, de modo que pudiera presionar sus labios antes de que lo abrazara. Entonces, por encima de la cabeza de Mew, Gulf rió y preguntó:

La Llave de Mew-Libro 2-MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora